La Reserva Federal mantuvo las tasas de interés cerca de cero y prometió dejarlas en ese nivel hasta que la inflación se aceleresobre su objetivo de inflación del 2%.
El cambio de orientación forma parte de un giro de la política monetaria de la Fed anunciado el mes pasado que tiene como objetivo compensar años de inflación débil y permitir que la economía siga creando puestos de trabajo durante el mayor tiempo posible.
La declaración también anunció el inicio de un vuelco desde la estabilización de los mercados financieros a estimular la economía: la Fed dijo que mantendría las compra de bonos por lo menos al ritmo actual de 120.000 millones de dólares por mes, pero que el objetivo de la medida era en parte asegurar condiciones financieras «flexibles» en el futuro.
La epidemia del coronavirus continuó pesando sobre la economía, dijo el banco central de Estados Unidos, a pesar de que los funcionarios mejoraron sus perspectivas para la economía.
El virus «está causando tremendas penurias humanas y económicas», dijo el Comité Federal de Mercado Abierto, que fija las tasas, en un comunicado tras el final de su última reunión de dos días sobre política monetaria.
Los nuevos pronósticos mostraron que las tasas de interés no cambiarían hasta 2023, con una inflación que superaría el 2% en ese lapso. La previsión de la contracción de la actividad económica se redujo a un 3,7% desde el 6,5% de junio. El desempleo caería a 7,6% a fin de año.
Pero al prometer mantener las tasas bajas, la Fed reflejó su nueva inclinación hacia un mayor crecimiento del empleo, anunciado a finales del mes pasado tras una revisión de casi dos años.