Esta semana, la Reserva Federal sostiene su encuentro de política monetaria. El miércoles anuncia su decisión y todo parece indicar que terminaría decidiendo aumentar su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, para dejarla en 5.25%.
Los datos del informe de empleo en Estados Unidos del mes de marzo han dado más combustible para una subida adicional de tasas, junto con los valores de la inflación subyacente.
La gran duda es si finalmente la autoridad estadounidense abra la puerta a una pausa en su política de endurecimiento monetario, algo con lo que el mercado ha estado especulando desde la reunión de marzo pasado.
Incluso, en la última conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, mencionó que el comité de política monetaria consideró mantener las tasas de interés sin subidas, aunque finalmente se decantó por un aumento de 25 pb para avanzar en su mandato de controlar la inflación.
La justificación detrás de esta posible pausa es que permitirá al banco central estadounidense evaluar el impacto acumulado de las alzas continuas realizadas, además de que el proceso des inflacionario parece sostenerse, aunque con dudas en el rubro subyacente.
A pesar de esta posible pausa, la Fed reiterará el mensaje de que se irán tomando las decisiones con base en los datos económicos. Es decir, analizarán con lupa los indicadores, especialmente los referentes a los precios y el mercado laboral, las dos referencias claves para el banco central estadounidense. La tan nombrada flexibilidad toma una importancia estratégica.
Si finalmente será necesario otro movimiento o no en las reuniones después de la de esta semana, esa es una decisión que deberá tomarse en el último momento.
Además de la especulación sobre el tema de la pausa, los inversionistas y operadores buscarán pistas en el comunicado o en la conferencia de prensa sobre posibles futuros recortes de tasas de interés.
En los últimos encuentros, Powell ha asegurado que los participantes en el cónclave monetario de la Fed no ven recortes este año, si bien ha matizado que el camino de la economía es incierto y las políticas reflejarán lo que suceda, aunque ha subrayado que la reducción de tasas no entra en su "escenario base".
Esto es relevante, porque las apuestas sobre los futuros de la tasa de interés están cargadas con mayor posibilidad de que los recortes podrían empezar a darse tan pronto como en noviembre próximo.
Así, anticipamos que la Fed intentará alinear al mercado a su escenario de no recortes en 2023. Esto podría tener fuertes implicaciones sobre las cotizaciones de los activos financieros, especialmente los de mayor riesgo, entre ellos el peso mexicano, pero no de manera inmediata sino para las siguientes semanas/meses.
Impacto en el peso mexicano
El mercado ya descontó que la Fed subirá en 25 puntos base su tasa de fondeo y que la autoridad dejará en claro que con la situación actual estaría en condiciones de hacer una pausa. En ese sentido, consideramos que de cumplir con el guion la reacción del peso mexicano sería limitada, pero positiva. Quizá lo suficiente para acercarse a su mejor nivel en lo que va del año, alrededor de $17.90 spot.
Si la Fed no es muy clara respecto al tema de la pausa, esto podría generar algo de presión en el mercado cambiario mexicano, por lo que no podríamos descartar cotizaciones alrededor de $18.25 spot.