Este miércoles culminó la reunión de dos días de la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, en la que los miembros del comité que decide el camino de la política monetaria del país resolvieron reducir a la mitad su expectativa de subida de tasas para este año.
En diciembre pasado, cuando la entidad tomó la decisión histórica de subir la tasa de política monetaria, los miembros señalaron mediante un gráfico de dispersión que su expectativa era hacer 4 subidas en 2016. No obstante, un inicio de año caracterizado por fuertes caídas en los índices accionarios, dudas sobre el crecimiento global y datos mixtos en ese país tuvieron un impacto sobre la expectativa de los miembros.
En virtud de lo anterior, la entidad ahora espera hacer dos movimientos, cifra más en línea con la expectativa del mercado.
En el comunicado oficial la Fed señaló que la economía estadounidense sigue expandiéndose y reconocieron, incluso, la recuperación que ha presentado la inflación en las mediciones más recientes, aunque señalaron que siguen existiendo riesgos, debido a factores internacionales.
En la conferencia de prensa de la presidenta de la entidad, Janet Yellen, quedó claro que el Comité ha decidido esperar, no tanto por los datos económicos locales, sino por el temor de que las ramificaciones de la desaceleración global afecten al país. Yellen dijo que la espera les permitirá determinar si las condiciones son estables para continuar con la subida y, además, señaló que las tasas están aún demasiado bajas, por lo que el riesgo de actuar y generar un descarrilamiento de la economía es mayor que el de esperar a un panorama más claro.
En Aldesa consideramos que la entidad podría estar lista para hacer un movimiento en junio y otro en diciembre; sin embargo, mucho dependerá del comportamiento de los mercados y de cómo se desarrolle la economía global. Según nuestro análisis, el segundo semestre comenzará a mostrar mediciones más estables, a medida que se tranquiliza la situación en China y las materias primas revelen cierta recuperación.
En vista de dicha expectativa, vemos probables los dos movimientos que ahora espera la entidad. Por otra parte, el mercado aún pone en duda una subida en junio, con solo un 22% de probabilidades de que ocurra, de acuerdo con cálculos de Bloomberg, una plataforma de negociación.
Dentro de las proyecciones se aprecia como los miembros de la entidad están menos optimistas sobre el crecimiento económico, con una expectativa de crecimiento para este año del 2,2% contra un 2,4% que esperaban en diciembre pasado. En paralelo, proyectan que el desempleo caiga aún más, hasta alcanzar el 4,5% en 2018, lo que significa que siguen viendo las condiciones para que se siga generando empleo.
La decisión no fue unánime, ya que se presentó el primer voto en contra desde octubre pasado, con Esther George, la presidenta de la Reserva Federal de Kansas, votando a favor de subir tasas otros 25 puntos base. Ella es usualmente caracterizada como una “halcón”, nombre que reciben miembros que suelen estar más preocupados por la inflación y que quieren políticas monetarias más restrictivas.
El anuncio implica que los costos de fondeo subirán de forma más lenta que a la anticipada hace solo unos meses, lo que es positivo para personas con créditos ligados a tasas de referencia internacionales, como la Prime.