La economía de América Latina crecerá apenas este año y comenzará a recuperarse moderadamente a partir de 2020, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un recorte de sus proyecciones casi generalizado que destacó los difíciles panoramas en Brasil y México y la crisis de Argentina.
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial, el organismo con sede en Washington bajó de nuevo sus estimaciones de crecimiento de la región en su conjunto, a 0,2% este año y 1,8% el próximo, debido en buena parte a escenarios políticos volátiles y prospectos fiscales debilitados que agudizan los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El Fondo apuntó a Brasil como uno de los lastres importantes entre las economías en desarrollo, en vista de las graves interrupciones de sus cadenas suministros en la minería que han frenado la actividad durante los primeros nueve meses del año.
Aún así, la proyección de crecimiento en la mayor economía de América Latina subió ligeramente en 0,1 puntos porcentuales, a 0,9% para 2019, ante la expectativa de más estímulos monetarios en el corto plazo, aunque sufrió una drástica disminución en el cálculo del año próximo, a 2%.
En México, donde la inversión ha permanecido débil y el consumo privado se ha ralentizado ante la incertidumbre por las políticas del Gobierno, el PIB crecerá 0,4% en 2019 y repuntará tímidamente 1,3% en 2020, dijo el FMI, al aplicar recortes de 0,5 y 0,6 puntos porcentuales para los dos años en relación a su último informe de julio.
“En América Latina, la actividad se desaceleró notablemente al comienzo del año en todas las grandes economías, en su mayoría por factores locales específicos”, destacó la entidad, que además prevé que la economía de Argentina profundice la contracción a 3,1% este año, después del declive de 2,5 en 2018.
A las situaciones específicas de los países se suman la ralentización del comercio, el enfriamiento de los segmentos manufactureros y la menor productividad que aflige en especial a las naciones en desarrollo, dijo el Fondo.
Además de la desaceleración en Chile y Perú proyectadas en respuesta al menor dinamismo de inicios de este año, el FMI estimó que la producción nacional de Ecuador se contraerá 0,5%, desde el crecimiento de 1,4% del 2018, ante el deterioro de sus arcas fiscales y la inestabilidad política.
El pequeño país petrolero ha sufrido en las últimas semanas sus peores disturbios en más de una década, derivados del fuerte rechazo público a las medidas de austeridad del presidente Lenín Moreno para contener el abultado déficit.
De manera similar a sus últimos informes, el FMI volvió a llamar la atención sobre la crisis humanitaria de Venezuela y “el impacto devastador” de la recesión. La nación miembro de la OPEP perdería un 35% de su musculatura económica este año, mientras que la actividad retrocedería un 10% en 2020.