Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Nada influirá más en el rumbo de las monedas los próximos días que la decisión sobre los aranceles a China del presidente Trump. Eso incluye las decisiones de política monetaria de esta semana de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo. El miércoles, Jerome Powell decidió mantener inalterados los tipos de interés, aunque dejó claro que las subidas de tipos no se barajarán hasta que la inflación aumente considerablemente. El dólar ha descendido ligeramente, pero las pérdidas se han visto limitadas particularmente para el USD/JPY y ahora mismo el billete verde ha ganado posiciones con respecto a las demás monedas principales tras los informes de The Wall Street Journal de que los negociadores de Estados Unidos se han ofrecido a rebajar los aranceles en un 50%. El euro, que subió hasta el nivel de 1,1154 frente al dólar, también frenó ganancias para cerrar la jornada a la baja. Es importante tener en cuenta que todavía no ha habido ningún anuncio oficial, pero entre los tuits e informes de Trump por parte de los medios de comunicación, hay más razones para creer que, aunque sea mínimamente, los aranceles se pospondrán. Pero como hemos aprendido de la manera difícil, su actitud y decisiones pueden cambiar a última hora, así que hasta que haga un anuncio oficial, lo que debe ocurrir antes del 15 de diciembre, los aranceles todavía podrían ser implementados.
Mientras tanto, esta semana ha habido algunos cambios importantes pero sutiles en las previsiones del Banco Central Europeo y la Reserva Federal. Christine Lagarde presidió su primera reunión del BCE e inició su mandato con optimismo. En lugar de enfatizar las vulnerabilidades de la economía y la necesidad de un estímulo continuo, dijo que los riesgos eran menos pronunciados y que hay señales de un leve aumento de la inflación subyacente. Para avanzar en este punto, el BCE incluso mejoró sus previsiones de cara a 2020 sobre el PIB y la inflación. Cuando se le preguntó si se considera paloma o halcón, dijo que se esforzará por ser un búho, el pájaro de la sabiduría. El consciente esfuerzo de la presidenta Lagarde por tocar la campana del optimismo al comienzo de su mandato sugiere que no es tan prudente como su predecesor. Todavía está por ver si se pondrá dura con la inflación o dejará que suban los precios antes de implementar ningún ajuste, pero su tono junto con todas las mejoras en los datos de la eurozona desde la última reunión de política monetaria sugiere que no tiene prisa por relajar de nuevo. Como resultado, esperamos una nueva recuperación del euro a corto plazo, en particular frente al yen japonés y al franco suizo.
En cambio, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se centró más en la falta de necesidad de implementación de ajustes que en las mejoras de la economía estadounidense. Al igual que el BCE, la Reserva Federal decidió mantener inalterados los tipos de interés. Las previsiones del PIB permanecieron en sus niveles anteriores, pero el banco central ahora cree que la inflación está creciendo a un ritmo más lento este año. Y lo que es más importante: ha habido un cambio a la baja en los gráficos de puntos pues los encargados de la formulación de la política monetaria no creen que vaya a haber cambios en los tipos de interés en 2020. El presidente de la Fed reforzó las previsiones sobre que los tipos de interés se mantendrán estables de cara al próximo año cuando dijo que la Fed quiere ver un movimiento de inflación que sea significativo y persistente antes de subir los tipos de interés. Las ventas minoristas se publicarán el viernes y, aunque se esperan cifras más robustas, la sostenibilidad del USD/JPY más allá del nivel de 109 depende del aplazamiento de los aranceles de China. Por otra parte, el par EUR/USD debería ampliar sus ganancias a medida que los inversores se ajusten al cambio a corto plazo en la inclinación de la política monetaria del BCE y la Fed.
Es día de elecciones en el Reino Unido y esta noche, deberíamos saber si Boris Johnson conserva su cargo como primer ministro o pierde su escaño ante Jeremy Corbyn. La libra renunció a algunas de sus ganancias cuando las encuestas mostraron que se reducía la brecha entre ambos, pero la victoria de los conservadores es extremadamente probable. Si estamos en lo cierto, la libra reanudará su ascenso a medida que disminuya la incertidumbre política. Sin embargo, si las elecciones sorprenden y Corbyn sucede a Johnson, será una noche salvaje para la moneda.
El dólar australiano amplía ganancias, mientras que los dólares canadiense y neozelandés apenas registraron variaciones. Las expectativas de la inflación al consumo se mantuvieron estables mientras aumentaba la migración en Nueva Zelanda. La actividad manufacturera de la nación se ha ralentizado, pero la moneda ni se ha inmutado. El gobernador del Banco de Canadá, Stephen Poloz, compareció hoy y, aunque no dijo nada específicamente sobre la economía de Canadá, sí afirmó que la economía mundial está lista para un crecimiento continuo pero lento.