S&P recortó la calificación de Francia a AA desde AA+ y ajustó la perspectiva de negativa a estable. Según S&P, las reformas económicas que está llevando a cabo el gobierno de François Hollande, en el mercado de bienes y servicios, en el mercado laboral y en el sistema tributario, no van a ser suficientes para impulsar el crecimiento de mediano plazo. La debilidad de la recuperación puede deteriorar aún más el panorama de las finanzas públicas. La perspectiva estable de S&P sugiere una probabilidad de 30% de un nuevo downgrade en los próximos dos años.
La deuda pública como porcentaje del PIB seguirá creciendo en los próximos dos años. Según el informe de la Comisión Europea, publicado esta semana, la deuda pública como proporción del PIB aumentará a 96% en 2015 de 90% el año pasado (ver gráficas abajo). Adicionalmente, Bruselas considera que Francia no alcanzará sus metas de déficit en los próximos dos años si no aprueba nuevas medidas de ajuste. La Comisión espera un déficit de 4.1% del PIB este año, y de 3.8% del PIB en 2014, pese al fuerte aumento de los impuestos implementado el año pasado. En contraste, la propuesta de presupuesto 2014, en proceso de aprobación en el parlamento, se basa principalmente en recortes de gastos.
La escasa popularidad del presidente Hollande –aunado al aumento de los movimientos sociales-, en un contexto de elevado desempleo, complica la aprobación de las reformas. La segunda economía de la Eurozona se resiste a hacer las reformas que otros países hicieron, en particular en el mercado laboral, lo que puede ocasionar una pérdida de competitividad en relación con la periferia. Los desequilibrios macroeconómicos de Francia han persistido en comparación con sus socios