Funcionarios de Finanzas del Grupo de las 20 principales economías prometieron el sábado continuar utilizando “todas las herramientas de política disponibles” para combatir la pandemia de coronavirus e impulsar la economía global, advirtiendo que las perspectivas siguen siendo muy inciertas.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20 dijeron en un comunicado emitido tras una reunión virtual que la actividad mundial se recuperaría a medida que las economías locales reabren gradualmente, pero afirmaron que se necesitaban más acciones para garantizar el crecimiento.
“Estamos determinados a seguir utilizando todas las herramientas de política disponibles para salvaguardar la vida, el empleo y los ingresos de las personas, apoyar la recuperación económica global y mejorar la resiliencia del sistema financiero, al tiempo que protegemos contra los riesgos a la baja”, aseguraron después de que finalizó la reunión.
El COVID-19, la enfermedad causada por el virus, ha infectado a más de 14,14 millones de personas y ha matado a 596.576, según un recuento de Reuters. Estados Unidos, la economía más grande del mundo, encabeza la lista de decesos.
Los radicales cierres destinados a detener la propagación de la enfermedad han causado un enorme trastorno en la economía mundial y están afectando con mayor fuerza a los países más pobres del mundo.
Funcionarios de Finanzas del G-20 dijeron que 42 de los 73 países más pobres del mundo habían solicitado un congelamiento en los pagos oficiales de deuda bilateral hasta finales de año, equivalente a unos 5.300 millones de dólares en pagos diferidos.
Reflejando las preocupaciones planteadas por el Banco Mundial de que China, miembro del G-20 y el mayor acreedor de los países en desarrollo, no participaba plenamente, los funcionarios instaron a todos los acreedores bilaterales oficiales implementar la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) de manera completa y transparente.
También “alentaron fuertemente” a los acreedores privados a participar en términos comparables, y dijeron que considerarían extender la suspensión de la deuda en la segunda mitad de 2020.
Los acreedores privados no habían recibido ninguna solicitud formal de los países para la suspensión del servicio de la deuda en virtud de la iniciativa del G-20, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) el miércoles, antes de la reunión celebrada el sábado.