Los Mercados mundiales han encontrando desde febrero una serie de peligros y amenazas que pusieron en jaque a los principales índices bursátiles. Lo que empezó con un dato de inflación mayor al esperado y salarios creciendo a un ritmo acelerado, continuó con el actual "choque de gigantes" en el cual Estados Unidos y China parecieran sumergirse a una guerra comercial.
Debido a los aranceles a la importación que Trump pretendía imponer sobre el acero (25%) y el aluminio (10%), las empresas relacionadas a dichos sectores presentaron variaciones importantes. Ahora bien, ¿a qué otro sector apunta Trump? ¿Su postura es hacia todo el mundo o con algunos países en especial? ¿Cómo se ven afectadas las acciones argentinas?
Actualmente la balanza comercial de Estados Unidos (exportaciones menos importaciones) es deficitaria en un -4% de su PBI. Si observamos los 10 países con los que tiene mayor saldo negativo, vemos que casi el 50% del déficit total está explicado en un sólo país: China.
El objetivo de Trump está a la vista y es incluso razonable. El déficit con China es demasiado grande, con lo cual busca recortarlo. ¿Y por qué el acero? 6 de los 10 países que se mencionaron anteriormente (Corea del Sur, México, Japón, Alemania, India y China) explican el 33% de las importaciones de acero al país.
Sin embargo, las tensiones se centran también sobre otros sectores. Funcionarios de Estados Unidos pidieron a China que se reduzca el impuesto a la importación de autos, permita a extranjeros ser dueños mayoritarios de firmas financieras y que compre más chips estadounidenses. En consecuencia, Estados Unidos busca gravar importaciones Chinas por un valor de u$s50.000 millones, a lo que el país asiático respondió con una amenaza de tan sólo u$s3.000 millones.
Viendo el gran déficit que tiene Estados Unidos no parecieran ser números descabellados, China seguiría con superávit y Trump sumaría unos "porotos" al disminuir el rojo en la balanza comercial.
Pasando al ámbito local, la realidad es que Argentina se ve poco y nada afectada. Las únicas empresas que se vieron golpeadas por el anuncio tarifario fueron ERAR y ALUA, las cuales a su vez exportan menos del 10% de su producción. De hecho, Argentina es el 10° país con el cual Estados Unidos tiene mayor balanza comercial superavitaria.
Tal es así que finalmente Estados Unidos anunció que eximiría de los aranceles a Argentina, Brasil, México, Canadá, Europa y Corea del Sur. Sin lugar a dudas uno de los últimos países por el cual se preocuparía Trump sería Argentina, ya que los números están de su lado.
Pareciera que estas disputas comerciales a nivel mundial son más una oportunidad que una amenaza para Argentina. Si observamos el siguiente gráfico, vemos que Argentina podría re negociar la colocación de sus productos en aquellas regiones que se verían afectadas por las nuevas trabas de Estados Unidos y que a su vez mantienen una balanza superavitaria con nosotros, como el caso de China y la Unión Europea.
Si bien la evolución del Merval dependerá de que baje la volatilidad en Estados Unidos y que los índices se estabilicen, algunas empresas han quedado atractivas debido al "castigo" que tuvieron por el tema comercial ya resuelto. En particular ERAR y ALUA se encuentran un -20% en promedio desde los máximos que marcaron a principio de año y con fundamentals que no han cambiado. Una mayor velocidad de devaluación del peso argentino frente al dólar y un gasto público en construcción que se espera se mantenga durante este año ayudan a una potencial recuperación en el mediano/largo plazo de estas acciones.