Los valores refugio o los denominados valores defensivos son aquellos que en los momentos de crisis o incertidumbre tienen grandes probabilidades de mantener sus beneficios e incluso aumentarlos, o al menos no verlos caer de forma clara.
Como ejemplos de valores refugio podríamos mencionar a las empresas eléctricas o las compañías del sector de la alimentación.
Tendría que andar muy mal la economía para que el conjunto de empresas eléctricas o de alimentos vean caer sus beneficios claramente, ya que la gente, aunque se quede en el paro sigue comiendo, y sigue encendiendo la luz. Lo cierto es que al desaparecer empresas se consume menos electricidad, e incluso se puede llegar a comer algo menos para ahorrar, pero las caídas, -si se producen - suelen ser moderadas.
Incluso, en muchas crisis los beneficios de las empresas eléctricas o alimentarias continuaron subiendo.
Sin embargo, parecería que no tiene sentido invertir en empresas que no sean “refugio” o “defensivas”. Pero sí lo tiene, ya que cuando las cosas funcionan bien, otros sectores pueden crecer mucho más que los sectores refugio o defensivos.
La gente no puede comer mucho más de lo que come, o encender más luces por más que esté ganando más dinero. Pero sí puede comprarse otro tipo de cosas, que no son imprescindibles, pero se venden mucho y muy bien cuando la economía está creciendo. En estas situaciones se puede ganar más dinero invirtiendo, por ejemplo, en una empresa hotelera o que fabrique dispositivos tecnológicos que en una empresa eléctrica o alimentaria.
Por tanto, los valores refugio o defensivos no son la inversión perfecta, pero sí son una buena inversión para los inversores de largo plazo. Por su estabilidad y por su buen crecimiento a largo plazo, que aunque sea superado en ciertos momentos por otros sectores más arriesgados, es bastante estable y duradero, y suficientemente alto para obtener una buena rentabilidad a largo plazo.
También se denomina valores refugio aquellos que han subido mientras la mayoría ha bajado. Por ejemplo, si en una caída generalizada de la Bolsa sube el sector biotecnológico, se pueden escuchar expresiones como que “el sector biotecnológico ha actuado como refugio”.
Sin embargo se entiende otro concepto como “refugio”, es un sitio al que se va cuando se espera que las cosas vayan a empeorar, antes de saber qué va a pasar y qué consecuencias va a tener lo que suceda.
Es decir, cuando esperamos que la economía va a caer en el futuro, sabemos que la gente seguirá comiendo y utilizando la electricidad, más allá de todo.
En caso de que el sector biotecnológico, o el aeronáutico, o unas pocas empresas concretas suban por circunstancias muy concretas, en una caída general de la Bolsa, no es tomado como un “refugio”. No es algo que puedan predecir con antelación la mayoría de los inversores, que es lo que entendemos por “refugio”.
Cada tanto, los mercados tambalean con una crisis y los inversores desarrollan un temor al riesgo que los hace alejarse de los activos financieros tradicionales. Así, empiezan a apostar a opciones más seguras que tengan las mismas probabilidades de mantener sus beneficios.
A esto se le llama inversión refugio…
Lo más probable es que estés pensando que no tiene sentido invertir en sectores que no sean refugio. Pero sí lo tiene, ya que cuando las cosas van bien en la economía, algunas oportunidades pueden ser mucho mejores opciones.
Las inversiones refugio no son perfectas, pero sí son buenas para inversores que piensen a largo plazo. Tienen estabilidad y un crecimiento continuo, que si bien es superado por otras opciones más arriesgadas, es bastante duradero.
Sin contar que son suficientemente buenos para obtener una buena rentabilidad a largo plazo.
¿Por qué hay interés por la inversión refugio?
La preocupación del mercado por el impacto del Brexit en la economía global aún impulsa a los inversores a deshacerse de sus acciones tanto en Europa como en Wall Street en busca de activos más seguros.
Existe semejante temor en el mercado que los inversores desconocen cuáles serán sus próximos pasos para proteger sus inversiones ante un gran período de incertidumbre que se abre en estos momentos. Los efectos aún no se conocen con exactitud y por eso muchos quieren optar por la protección de su patrimonio.
Cabe recordar que la decisión británica de abandonar la UE hizo caer a los mercados internacionales, pero mantuvo ciertas inversiones refugio en terreno positivo que todos han volteado a ver.
¿Cuáles son las inversiones refugio?
Si echamos un vistazo a otros acontecimientos históricos de crisis e incertidumbre en los mercados, tendremos respuestas sobre los activos que pueden hacerlo mejor en las próximas fechas.
El primero es el más tradicional y es una opción que venimos recomendando desde hace meses.
Oro
Se trata de una inversión refugio por excelencia. Sobre todo a largo plazo suele ser lo habitual, ya que es una forma de dejar parte del capital ganando rendimiento poco a poco, y con un mínimo riesgo de pérdida.
Un valor seguro es aquel con bajo riesgo y rentable en el largo plazo. Sus movimientos se pueden predecir con antelación y con una tendencia estable, tanto al alza como a la baja.
Al conocerse el veredicto saliente del referendo, el metal dorado se revalorizó hasta más del 5%. Es un movimiento típico en casos de la búsqueda de refugio por parte de inversores.
La estimación del mercado es que la onza de oro podría subir hasta los 1.400 dólares, ya que funciona perfectamente como protección contra eventos de este tipo.
Bonos de los EE.UU. y Alemania
Otra inversión de refugio tradicional son los bonos. Con la situación actual, gran parte de la renta fija nos brinda rentabilidades negativas y resulta difícil pensar que los inversores se decanten por estas formas para salvaguardar su dinero. Pero siempre hay opciones en el mercado
La salida del Reino Unido del bloque europeo significa también que la Reserva Federal de los Estados Unidos se abstendrá, por ahora, de subir las tasas de interés.
Con los rendimientos de bonos alemanes, británicos y japoneses a largo plazo en mínimos récord o en terreno negativo, los inversores fueron tentados por los retornos más altos de los bonos estadounidenses.
Es que el repunte del dólar que impulsó el Brexit le sumó atractivo a estos títulos. Por ejemplo, los bonos a 10 años subieron con un rendimiento del 1,45%. El retorno registró su mayor avance de dos días desde noviembre del 2011.
Por su parte, la deuda estadounidense pasó a rendir 2,276%, un retorno de 5 puntos básicos del mínimo histórico que tocó en enero del año pasado.
En Europa, la búsqueda de la inversión refugio mantuvo el apetito por la renta fija alemana. El interés por el bono alemán a 10 años avanzó desde su mínimo histórico hasta el 0,11%.
Yen
Los activos mencionados no son los únicos que podrían servir como protección para lo que se avecina.
Los inversores también aprovecharon para apostar en oportunidades puntuales en el mercado de divisas como la compra del yen, que se impuso a todas sus competidoras y se revalorizó en 0,37% frente al dólar; 1,10% frente al euro y casi 4% ante la libra esterlina.
Esta suba puede ir en aumento en las próximas sesiones, a medida que se vaya digiriendo los alcances por el Brexit.