El peso mexicano reacciona con indecisión a una cifra de inflación en EUA mayor a la esperada. En los momentos iniciales al darse a conocer el dato, la moneda se presionó hacia $20.10 spot, para luego borrar parte de las pérdidas y ubicarse cerca de $20.0. En términos anuales los precios al consumidor se ubicaron en su nivel más alto en casi 13 años (4.2%), en gran medida explicado por un efecto base, ya que en 2020 las medidas de confinamiento provocaron retrocesos generalizados de costos.
Se confirma que el tema que sigue dominando el comportamiento de los mercados financieros es la inflación. La cifra refleja lo frágil y excesivamente dependientes de la FED que están los mercados, en particular el cambiario mexicano. La moneda mexicana se mueve entre las voces que especulan con que la subida de la inflación en Estados Unidos podría provocar un endurecimiento de la política monetaria por parte de la FED antes de lo previsto y entre aquellas que siguen confiando en las palabras de la FED de que estos aumentos en precios son temporales, por lo que no consideran que harían ajustes a su política expansiva. En meses subsecuentes se podrá demostrar de qué lado está la razón.
Por su parte, otras noticias de interés para los operadores el día de hoy son el tema geopolítico con la escalada bélica entre palestinos e israelíes; la intervención en distintos foros de tres presidentes regionales de la FED (Rosengren, Bostil y Harker) y el vicepresidente, Richard Clarida, así como en la demanda que tenga la subasta de hoy de bonos del tesoro estadounidense a 10 años por 41 mil millones de dólares (12pm). Con ello, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre $19.92 y $20.15 spot (el euro entre $1.208 y $1.216).
Las principales bolsas en el mundo operan con caídas, también afectada por el fuerte repunte en precios en EUA y atentas a otros elementos como la continuación de la temporada de reportes corporativos.
En EUA, los precios al consumidor aumentaron 0.8% en el mes de abril, con lo que la tasa anual subió a 4.2%, desde el 2.6% previo y muy por arriba del 3.6% pronosticado. Esta tasa es un máximo desde 2009.
Al excluir bienes volátiles como energía y alimentos (rubro subyacente), el incremento mensual fue de 0.9% (el mayor desde 1982), para que la tasa anual se ubique en 3.0%, desde el 1.6% de marzo pasado.
Si bien los funcionarios de la Reserva Federal estadounidense y la mayoría de los analistas consideramos que estos avances en la tasa anual son temporales, en los próximos meses se podrá evaluar si esta premisa es válida o si se está produciendo un repunte más duradero de las presiones inflacionarias en un contexto de aumento de los costos de las materias primas, billones de dólares en estímulos económicos gubernamentales y signos incipientes de mayores costos laborales.
El precio internacional del petróleo (WTI) avanza por arriba de los 66 dólares por barril, favorecidos por el temor a una escasez de gasolina tras un ciberataque que provocó una interrupción en el mayor sistema de oleoductos de Estados Unidos y en espera de la cifra oficial de variación de inventarios de crudo estadounidense (9.30am).
En México, la producción industrial aumentó 0.7% en marzo a tasa mensual, su décimo avance consecutivo; a tasa anual, subió 1.5%, el primer mes afectado por la pandemia, siendo su primera variación positiva desde noviembre 2018. El impulso anual se explica por el crecimiento de la industria manufacturera (5.5%).