El ingreso actual de la minería está en el mismo nivel visto los primeros días del mes de noviembre del 2020.
La crisis y el mercado bajista siguen afectando de manera notable a los mineros de Bitcoin, los cuales han visto sangrar sus ganancias en la medida que se ha exacerbado la situación tras el colapso del exchange FTX. Ahora los ingresos por la minería, medidos en dólares estadounidenses, cayeron a mínimos no vistos desde hace más de dos años.
Tal como lo muestran las gráficas de Braiins Mining Insights, que detallan el desarrollo de la red y de la minería de Bitcoin, los ingresos diarios (en USD) por la actividad de los mineros se desplomaron a poco más de USD 11,60 millones en la noche del sábado 26 de noviembre de 2022.
Si bien luce como una cifra cuantiosa, esto representa una caída de 72% respecto a lo que se obtenía en enero de este año, cuando el ingreso de los mineros de Bitcoin llegaba a USD 39,9 millones, en promedio.
El ingreso de la minería en poco más de USD 11 millones pone al indicador en el mismo nivel que marcaba los primeros días del mes de noviembre de 2020. Ese fue el primer año de la pandemia de la COVID-19, cuando BTC se negociaba por el orden de los USD 13 mil.
BTC intentando superar los USD 16.500
Todo esto ocurre cuando bitcoin (BTC) lucha por superar los USD 16.500, según la Calculadora de Precios de CriptoNoticias. Este es un piso que BTC no ha superado todavía como consecuencia de la debacle del exchange de criptomonedas FTX. Se trata de un hecho que golpeó todavía más al mercado, que ya venía en baja por la situación de Terra y Luna, a inicios de año.
Aunque la cotización de la criptomoneda pionera podría ayudar a que los ingresos de los mineros puedan aumentar ligeramente, hay otros elementos que limitan esa realidad. Entre ellos, la dificultad de la minería de Bitcoin y el coste de la energía para los operadores.
Como lo reportó CriptoNoticias hace unos días, la dificultad para minar, que es uno de los indicadores que sugieren el nivel de la participación de mineros en la red, llegó a máximos históricos, de 36,95 trillones (T).
Esto significa que los operadores tienen que invertir mucha más electricidad y poder de cómputo para poder operar. Esto, al menos hasta el nuevo ajuste, estimado para el próximo 6 de diciembre.
Sobre la electricidad, es conocido que, tras la guerra de Rusia y Ucrania, los precios por el servicio han subido notablemente en varios países. Esto incluye a Estados Unidos, que es donde está concentrado la mayoría del poder computacional de Bitcoin, según lo muestra el Mapa de Minería de la Universidad de Cambridge.
Según Statista, el precio de kilovatio hora en Estados Unidos se ha mantenido en ascenso sostenido desde el año pasado. Solo a nivel industrial, el costo de la electricidad pasó de USD 0,072 a USD 0,074, un ligero aumento que podría amenazar la estabilidad de los mineros, ya que el mercado se mantiene sensible.
Hashrate también a la baja
La confluencia de factores negativos influyó para que el hashrate, que es el poder computacional utilizado para el procesamiento de las transacciones en la red Bitcoin, esté en caída, al igual que los ingresos de los mineros.
Según Braiins, desde el pasado 16 de noviembre este indicador ha cedido un 13%, tras pasar de 265 exahashes por segundo (EH/s) hace dos semanas, a 235 EH/s al cierre de este artículo.
Esto es importante ya que, junto con la dificultad, el hashrate también suele usarse como un medidor del nivel de la participación en mineros en la red Bitcoin.
Y es que, como se dijo antes, la crisis de la caída de FTX y sus repercusiones en el mercado, se extrapoló a los mineros de Bitcoin, que son quienes (junto a los nodos de la red), mantienen vivo al protocolo descentralizado.
Es así como, si no hay una recuperación certera al corto plazo, el precio de bitcoin corre el riesgo de entrar en una espiral negativa por acción de los mineros.
Sucede que, si los operadores comienzan a vender sus tenencias ante el desespero por la crisis, seguramente el precio de la criptomoneda podría emprender una caída todavía más profunda.