El oro mostró una caída de 0.48%, cotizando en 1,094 dólares por onza, continuando una larga tendencia a la baja casi ininterrumpida, misma que se inició desde el 10 de julio. El oro volvió a ceder terreno nuevamente ante la expectativa de los datos económicos en Estados Unidos, en particular la publicación del PIB del segundo trimestre que se conocerá el próximo jueves, toda vez que el crecimiento podría fortalecer la expectativa de los miembros del FOMC respecto a elevar la tasa de interés de fondos federales antes de que termine el presente año. Por lo anterior, se espera que el oro continúe su tendencia a la baja durante la presente semana, con los inversionistas elevando su preferencia por otros activos como el propio dólar estadounidense en el muy corto plazo.
Entre tanto, el cobre mostró una caída de 1.40%, cotizando en 5,173 dólares por tonelada, siendo su menor nivel desde el 2009. La caída en la cotización del cobre responde a la especulación de los inversionistas sobre la situación en China, donde el índice accionario de Shanghai mostró una caída de 8.5%, su mayor retroceso en 8 años, evidenciando que la confianza de los inversionistas no se ha restaurado a pesar de las medidas implementadas por el gobierno nacional para contener las abruptas caídas registradas recientemente. Al mismo tiempo y de forma inesperada, el PMI manufacturero de China (no oficial) se colocó en su menor nivel en 15 meses durante julio, renovando las preocupaciones en cuanto a que el país podría no alcanzar el crecimiento de 7% esperado para el presente año y con ello se reducen las expectativas de demanda por cobre. Es importante destacar que la caída en las bolsas de China puede repercutir en la economía real de forma negativa debido a que la mayoría de los accionistas son inversionistas pequeños.