A inicios del año los analistas tenían una favorable expectativa para el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa de México al finalizar diciembre, con un rango para el precio objetivo que oscilaba entre los 45.500 y los 50.400 puntos, lo que implicaba, en el escenario más optimista, un rendimiento cercano al 20%.
No obstante, este ha sido un año más con poco brillo para el mercado local.
Los pronósticos más tempranos del 2015 advirtieron que los principales riesgos para el mercado azteca era una mayor debilidad del tipo de cambio y del petróleo, temores que se materializaron.
“El principal índice de la bolsa mexicana (a pocos días de su cierre) finaliza muy marginal en moneda local pero cayó 14% en dólares. En el punto más alto, el IPC marcaba un repunte de 7,4% (en pesos) a finales de abril; sin embargo, el movimiento de Wall St y de los mercados emergentes generaron un comportamiento muy lateral para la bolsa. Este es el tercer año consecutivo que la bolsa se mantiene relativamente estable en términos anuales oscilando alrededor de los 43 mil puntos”, comentan los analistas de Accival.
Varios factores influenciaron a los mercados financieros a lo largo del año, de entre los que los expertos destacan, la divergencia en política monetaria como la principal fuente de impacto. Asimismo se encuentran, la desaceleración en China, la devaluación de su moneda y la caída accionaria en este país, que generó alto nerviosismo en los mercados.
Por su parte, y con especial interés en el caso mexicano, la constante caída en el precio del petróleo y otras materias primas siguió siendo un obstáculo para varias economías, afectando directamente a sus monedas y a sus perspectivas económicas.
La caída del precio del petróleo (35% promedio en el año) ha sido un catalizador importante para mayores caídas en varios activos. Según el índice emergente de monedas, este bloque retrocedió 15% frente al dólar en el año, con el real brasileño y el peso colombiano encabezando la caída, mientras que las asiáticas emergentes fueron de las menos afectadas.
En contra parte, “el dólar fue la moneda de preferencia a lo largo de todo el año, repuntando 9,5% al cierre de esta edición, según el índice DXY (canasta ponderada del dólar frente a otras monedas duras). Así, 2015 fue el segundo año consecutivo de repuntes relevantes en el dólar (en 2014, la moneda ganó 12%) y alcanzó el nivel máximo en el índice desde 2003. El euro, por su parte, retrocedió 10.3% en todo el año y marcó sus niveles mínimos en 12 años en 1,05 dólares por euro (marzo 2015)”, dicen los analistas de Accival.
Los índices accionarios no escaparon de esta situación, acentuándose los ajustes durante la caída de los índices accionarios en China a mediados de año - cuando el índice VIX se incrementó a máximos no observados desde 2011.
El índice de Shanghai , a pesar de los fuertes ajustes, cerraría el año con una ganancia de alrededor de 10%. En Europa, el Euro Stoxx se espera que concluya con un repunte de cerca de 4% al año. Contrariamente, Wall St tendrá un año negativo y aunque el DJI, S&P500 y Nasdaq alcanzaron máximos record, las bolsas cerraran con una caída de alrededor de 1,8% promedio.
Para los mercados emergentes, el año tampoco fue favorable, con el índice MSCI emergente retrocediendo 7% anual (moneda local), mientras que en los mercados desarrollados el índice cerró virtualmente sin cambio (-3,2% en dólares).
Para 2016, dicen los conocedores, la normalización de las tasas en los EE.UU. y estímulos de los bancos centrales en China, Europa y Japón podrían influir en el desempeño de las bolsas.
“Asumiendo que el ciclo de alza del Fed será gradual, creemos que el apetito de los inversionistas por activos riesgosos será intermitente y selectivo. Para las bolsas de países emergentes todavía esperamos volatilidad debido al impacto de la fortaleza del dólar, debilidad de los precios de los commodities y un bajo crecimiento en utilidades”.
Y es que desde 2013 se ha observado una salida continua de flujos de las bolsas de países emergentes, estos recursos han migrado hacia activos de riesgo en países desarrollados. Es por esto que el diferencial que tradicionalmente existe entre índices de estos países (desarrollados vs emergentes) se ha ampliado.
En el mediano plazo, sin embargo, conforme se disipe la incertidumbre sobre el crecimiento global, esta brecha podría cerrarse lo que se traduciría en un regreso de flujos hacia emergentes incluyendo México.
“Se espera que el mercado mexicano podría distinguirse por los sólidos fundamentos del país y un menor riesgo, aunque la limitante podría ser la elevada valuación de no concretarse los crecimientos esperados en las utilidades. Establecemos un nivel de referencia de 51.200 puntos para el IPC hacia el cierre del 2016 con base en los precios objetivo de las emisoras (empresas) que lo conforman. Este representa un FV/EBITDA 2016E de 9,5x similar al promedio de los últimos tres años”, concluyen los analistas de Banorte (MX:GFNORTEO).
Aunque el IPC muestra un avance marginal en términos nominales (+0,03%) en el acumulado y a escasas 7 sesiones de que finalice el año, a algunos analistas esperan una recuperación en el llamado rally navideño.
“En los últimos 15 años el IPC ha validado el “Rally Navideño” en 13 oportunidades”, comentan los especialistas de Actinver.