Preventas agotadas, gente acampando en las calles, histeria, locura generalizada. Como con cada lanzamiento de un nuevo producto de Apple (NASDAQ:AAPL), el iPhone 7 no ha sido la excepción, siendo en sus primeros días en el mercado un éxito de ventas a nivel mundial.
Ahora bien, conviene preguntarnos entonces, ¿cómo le ha ido a Apple en la bolsa desde el lanzamiento del nuevo iPhone y si es un buen momento para invertir en acciones de la firma?
Para poder responder a este interrogante, es necesario comentar brevemente el contexto en el cual se encontraba la compañía antes del lanzamiento del nuevo teléfono.
Desde julio de 2015, el precio de las acciones de Apple venía experimentando una clara tendencia a la baja. Los lanzamientos del iPhone S6 (septiembre 2015) y iPhone SE (marzo 2016), si bien generaron importantes subas momentáneas en el precio de la acción, no pudieron quebrar esta tendencia.
Así, el precio de la acción de Apple cayó de 132.07 USD, el 20 de septiembre de 2015, a 90.34 USD, el 12 de mayo de 2016. Lo que quiere decir que en casi 10 meses hubo una pérdida del 31.60%.
Esto tiene su correlato en la aparición de síntomas de agotamiento en el mercado que llevaron a una desaceleración de las ventas y una caída de los ingresos.
A modo de ejemplo, en el segundo trimestre de 2016 Apple vendió 40,4 millones de iPhones generando un ingreso de USD 24.000 millones de dólares. Si comparamos estos resultados con los del mismo trimestre de 2015, esto representa casi un 15% menos de unidades vendidas y cerca de 24% menos de ingresos generados por el principal producto de la compañía.
Además, es importante señalar que, si bien hubo un fuerte aumento en el precio de la acción en los meses anteriores al lanzamiento del iPhone 7 (a partir de mayo de este año), el mismo se explica en gran medida debido a la gigantesca compra de acciones que realizó Warren Buffet (a través de una de sus compañías), y no por un cambio en la tendencia general o en los resultados de Apple (siempre antes del lanzamiento del nuevo teléfono).
Es en este marco entonces que el iPhone 7 salió al mercado, con algunas innovaciones tecnológicas y el anuncio de una alianza con Nintendo.
Luego de su lanzamiento, el 7 de septiembre pasado, las acciones de Apple sufrieron una caída del 4,8% en los dos días siguientes. Esto puede explicarse por una inicial falta de satisfacción en las expectativas de los inversionistas con el nuevo iPhone, y en la percepción de que el producto no presenta grandes avances tecnológicos en comparación con sus predecesores.
No obstante, una vez confirmado el agotamiento de stocks de las preventas y el consecuente éxito de ventas, las acciones de Apple subieron los días siguientes con gran fuerza (más de un 12% en menos de una semana) marcando el 15 de septiembre el máximo anual en 115,57 USD. Luego el precio tuvo una pequeña baja y en los últimos días ha estado lateralizando en valores cercanos a USD 113,55.
Paralelamente, hay otro factor a tener en cuenta, el Samsung (KS:005930) Galaxy 7, principal competidor del iPhone 7, registró serios problemas de fábrica en su batería (se registraron numerosos incendios y explosiones en estos dispositivos), lo cual generó que Samsung tuviera que suspender su venta, beneficiando la posición del nuevo iPhone en el mercado.
Entonces, ¿qué movimientos de precios podemos esperar en el futuro para la acción de Apple?
Si observamos y analizamos el comportamiento de la bolsa en los últimos lanzamientos de iPhones, podemos ver que hay un efecto burbuja (ver gráfico) que genera un rápido aumento en el precio de la acción y que viene durando entre 2 y 3 meses, pero que una vez finalizado se observa una rápida caída y un acomodamiento del precio en la tendencia general.
En el corto plazo, se espera una continuidad en la tendencia alcista de la acción de la firma, con la formación de una pequeña burbuja en su precio, generada por el éxito en las ventas del IPhone 7.
El viento de cola sopla en favor del nuevo dispositivo sobre la base de algunas innovaciones tecnológicas, la alianza con Nintendo, la alta fidelidad de sus clientes y los problemas experimentados por el Samsung Galaxy 7, su principal competidor.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que son muy distintas las perspectivas a corto y a mediano o largo plazo. Los signos de agotamiento de mercado indican que si Apple no presenta una importante renovación tecnológica en el futuro cercano, será muy difícil revertir la tendencia general de desaceleración en las ventas y será muy difícil que el precio de la acción se mantenga en niveles altos en el mediano plazo, una vez que termine la “burbuja” generada por el IPhone 7.