Tras confirmar la ruptura de la línea de tendencia bajista de largo plazo a mediados de julio, que mantuvo al IPSA operando bajo una fuerte presión vendedora por más de cinco años y medio, las acciones chilenas se encuentran testeando una importante barrera técnica definida por el límite superior del canal lateral de los 3.400-4.150 puntos, por lo que un fuerte avance por sobre la zona de los 4.150 puntos confirmaría la ruptura del rango que ha mantenido al IPSA encerrado entre dos paredes por más de tres años.
Al alza, un cierre mensual por sobre la barrera técnica de los 4.150 puntos debería poner fin a la tendencia bajista iniciada a fines del 2010.
Por su parte, tras el último rally y con el IPSA rentando cerca de un 13% durante 2016, los indicadores técnicos RSI y MACD se encuentran operando en zona de sobrecompra, mostrando algunos signos de agotamiento en el movimiento alcista, por lo que existe una alta probabilidad de ver un pullback por toma de utilidades por cierre de mes.
Los pullback corresponden a un retroceso de las cotizaciones en busca de la línea de tendencia recientemente rota para validarla como soporte y continuar posteriormente en la dirección de la ruptura.
Considerando el avance acumulado de un 13% del IPSA durante 2016 y de más de un 20% en los últimos seis meses, los niveles de sobrecompra que muestran los indicadores técnicos RSI y MACD y las altas valorizaciones de la bolsa de EEUU, existe una alta probabilidad de ver un pullback de corto plazo hacia la zona de los 4.000 puntos antes de ver al IPSA extendiendo sus ganancias en busca de la próxima resistencia de los 4.600 puntos.
A la baja, el principal soporte de corto plazo corresponde al nivel de los 3.900 puntos, por lo que el rally iniciado a fines de enero sigue intacto mientras el IPSA siga operando por sobre dicho nivel. Una caída bajo los 3.900 puntos confirmaría la señal de salida.