Tras los eventos que comenzaron el viernes recién pasado y que mantienen a los activos locales bajo una fuerte ola vendedora producto de las protestas por demandas sociales, el principal índice accionario chileno ajustó cerca de un 5% en la sesión del lunes, anotando uno de los peores ajustes en los últimos dos años.
La semana pasada fuimos testigos de un nuevo intento de ruptura de la resistencia bajista de largo plazo definida por la media móvil de 250 días. Sin embargo la bolsa local no fue capaz de confirmar el cambio de tendencia de largo plazo y ante los eventos ya mencionados hemos comenzado a ver nuevas órdenes de venta en un escenario de menor apetito por riesgo, gatillado además por una fuerte toma de ganancias luego del rebote de septiembre.
Técnicamente, las acciones chilenas siguen en modo bajista, con los principales indicadores (MACD y RSI) confirmando nuevas señales de venta y con espacio para nuevos ajustes.
La media móvil simple de 250 días se mantiene como el principal indicador de resistencia bajista, por lo que el sesgo vendedor de largo plazo se mantiene intacto mientras el IPSA siga cotizando por debajo de dicho nivel. En este momento, la media móvil define una barrera técnica en torno a los 5.115 puntos.
* Se considera como ruptura técnica cuando vemos un avance superior al 2% por sobre el nivel que marca la media móvil.
A la baja, el próximo nivel de soporte corresponde al nivel de los 4.800 puntos y posteriormente en los 4.600 puntos.
Mantengo el sesgo negativo de la bolsa nacional mientras no vea señales cambios de tendencia en los principales indicadores técnicos.