En una jornada sin grandes referencias, el peso mexicano se presiona por momentos hacia $17.42 spot, a la espera de las reuniones a lo largo de la semana de los bancos centrales de EUA, Europa e Inglaterra y sus decisiones sobre las tasas de interés, que marcarán de nuevo la agenda del inversionista. Todo ello, mientras los operadores continúan descontando el informe de empleo oficial de EUA de la semana pasada, cuya resistencia ha alimentado las esperanzas de un escenario de aterrizaje suave. Pareciera ser que la depreciación de la moneda mexicana obedece a la posibilidad de que se presente una toma de utilidades adicional después de la reunión de la Fed porque el mercado está exagerando un poco con las apuestas sobre los niveles de recortes de tasas de interés en EUA y el inicio de estas. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $17.32 y $17.50 spot (el euro entre $1.072 y $1.079).
La Reserva Federal concluye su última reunión del año este miércoles, y el jueves es el turno del Banco Central Europeo y también del Banco de Inglaterra. Aunque no se esperan cambios relevantes en las tasas de interés de referencia, las declaraciones de los dirigentes de cada entidad serán analizadas minuciosamente por los mercados para encontrar pistas que ayuden a prever el contexto sobre futuras medidas en política monetaria.
En el caso específico de la Fed, la atención se centrará en la comparecencia de Jerome Powell, las revisiones del cuadro macroeconómico y el diagrama de puntos (dot plot). Es muy probable que, dado los recientes datos de empleo e inflación, la autoridad intente enfriar las expectativas de bajadas de tasas, que parecen haberse pasado de frenada. El mercado descuenta que las primeras rebajas podrían producirse entre marzo y mayo de 2024,
La solidez del mercado laboral estadounidense ha reforzado la expectativa de que la economía puede lograr el tan ansiado aterrizaje suave. Para reforzar esta expectativa, el dato de inflación de noviembre, que se conocerá mañana martes será clave. El consenso espera que retroceda de nuevo, pero ya muy poco, tan solo una décima, hasta el 3.1%, mientras que prevén que la tasa subyacente se mantenga en el 4.0%.
Esto es muy importante porque, si sale según lo esperado, reforzaría la estimación de que será más difícil de lo que generalmente se cree que retroceda por debajo del 3%, consolidándose un tiempo en torno a ese nivel y con la subyacente, que es la tendencial de mediano plazo, estable alrededor del 4%. Eso significaría que regresar al objetivo del 2% es improbable a corto plazo.
Lo anterior debería ser suficiente para que la autoridad monetaria busque enfriar la expectativa de bajadas de tasas rápidas y agresivas, lo que podría traducirse en nuevos retrocesos en los precios de los activos de mayor riesgo, entre ellos monedas y bolsas de valores.
Por otro lado, los datos conocidos este fin de semana en China han mostrado que los precios al consumidor han caído en noviembre un 0.5% anual, su nivel más bajo desde noviembre de 2020, retroceso por arriba del -0.2% observada en octubre y también superior a las estimaciones del consenso, que auguraba un descenso del 0.1%. La lectura ha revelado una débil demanda interna en el gigante asiático.
Las principales bolsas en el mundo operan con resultados mixtas, mostrando cautela ante una semana llena de decisiones de tasas de interés de los principales bancos centrales.