• En junio, la Confianza pasó de 44.1 puntos a 43.6, debajo del estimado de 43.9.
• La gran mayoría de los componentes tuvieron pérdidas más abultadas.
• 6 de los 10 indicadores complementarios se contrajeron.
La perspectiva se modifica lenta, pero contundentemente
La Confianza del Consumidor tuvo un ligero deterioro en junio al pasar de 44.1 a 43.6 puntos (pts.), cifra que también se ubicó debajo del estimado del consenso de 43.9. Aunque la variación no es muy significativa, la Confianza ha tenido problemas para avanzar en 2022 y, por el contrario, se ha mantenido estancada alrededor de estos niveles, lo que sugiere que el indicador enfrenta barreras sólidas. Ahora, el descenso de junio es el segundo consecutivo y de prolongarse podría dar pie a un marco de deterioro para el consumo ante el contexto de inflación elevada y pesimismo en torno al desempeño de la actividad económica.
La gran mayoría de los componentes tuvieron pérdidas más abultadas
Al interior, junio se caracterizó por los resultados negativos en la gran mayoría de los componentes, pues, de hecho, las caídas fueron más abultadas que lo sugerido por el índice general. El más afectado fue la percepción de la situación futura del país, pues cayó 2.0 puntos, aunque desde junio de 2021 ha presentado una tendencia bajista y en dicho periodo acumula una pérdida de 6.1 unidades. Este componente es el mejor reflejo del cambio de perspectiva entre los consumidores, pues ha tenido alzas contundentes en momentos en los que se perciben shocks positivos, como posterior a las elecciones de 2018 o tras el inicio de las primeras campañas de vacunación contra el Covid-19, pero ahora no puede desligarse de las preocupaciones que aquejan a los actores del mercado.
6 de los 10 indicadores complementarios se contrajeron
Algo similar sucedió con los indicadores complementarios, pues 6 de los 10 indicadores registraron variaciones negativas y, al igual que con los componentes principales, la mayoría fueron de una magnitud más abultada que la de 0.4 pts. del índice general. Preocupa la variable que da seguimiento a las probabilidades de adquirir ropa, zapatos y alimentos, pues fue la tercera más afectada, con -0.6 pts., y es su segunda caída consecutiva. Este es uno de los rubros que más vínculos tiene con los niveles reales de consumo, por lo que la tendencia que empieza a formarse podría tener implicaciones negativas para la actividad económica.
Rumbo Económico
Junto con los PMI de junio, la Confianza es de los primeros datos que tenemos para el mes y ambos apuntan a que la debilidad en los fundamentales de la economía se acentuó. De esta manera, si bien seguimos pensando que los resultados en la primera mitad del año han sido positivos y constituyen un riesgo al alza sobre nuestro pronóstico de +1.7% para el PIB de 2022, el entorno a partir del cierre del segundo trimestre luce más complicado que lo esperado, lo que equilibra el panorama. Hacia adelante estaremos atentos al mayor impacto que pueda tener la inflación, pues es uno de los principales riesgos para los niveles de consumo.