La Oficina de Estadísticas Nacionales de Gran Bretaña informó que la actividad económica registró una inédita contracción del 20,4% del PBI en abril.
Debido a las medidas de confinamiento implementadas por el gobierno británico para contener la propagación del coronavirus, la economía del Reino Unido está pasando por uno de sus peores momentos desde que se tiene registro.
Ya en el primer trimestre, la caída había sido de un 10,4% en comparación con el último período del 2019, lo que en ese entonces ubicó a la isla en su peor momento desde julio de 2002. Lejos de mostrar señales de recuperación, los últimos tres meses también fueron muy adversos para Gran Bretaña, por lo que los analistas pronosticaron un retroceso del 25% entre abril y junio.
Las autoridades del país eran conscientes de que el 2020 iba a ser un año de mucha incertidumbre para la nación debido al abandono de la Unión Europea (UE) que se consumó el pasado 31 de enero. Ante esto, el gobierno tendrá negociar nuevos tratados de comercio con la eurozona y con el resto del mundo.
Al combinarse la salida de la UE con la crisis sanitaria causada por el COVID-19, la situación económica del Reino Unido es muy preocupante. Según el Banco Central de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), el país se está encaminando a su peor recesión en más de 300 años. Para el 2020, el presidente del BoE, Andrew Bailey, estima una caída del 14% del PBI, una contracción no vista en la isla desde la Gran Helada de 1709.
Frente al oscuro panorama, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, comenzó a tomar medidas para flexibilizar el confinamiento y el 15 de junio permitió la reapertura de las tiendas de comercio minorista en el país. La vuelta de los negocios abarcaría centros comerciales, librerías y otros establecimientos que no necesariamente ofrecen “productos esenciales”. Las nuevas medidas tratarán de mitigar el impacto recesivo de la pandemia en la economía y solo serán posibles siempre y cuando se apliquen métodos efectivos de distanciamiento social.
Entre otras medidas para recuperar la actividad económica, el BoE inyectó unas 100.000 millones de libras (lo que equivale a 125.000 millones de dólares) que serán añadidos al presupuesto de emergencia del gobierno británico.
En cuanto a los mercados financieros, la bolsa de valores de Londres se ha llegado a desplomar más de un 36% desde que comenzó el año. No obstante, gracias a las medidas de estímulo de los bancos centrales a nivel global, el principal índice del país el FTSE 100, se ha revalorizado más de un 28% desde los mínimos de marzo.