El 18 de octubre las acciones continuaron su rebote, ya que los inversionistas se consolaron de un comienzo no demasiado malo de la temporada de ganancias corporativas. Goldman Sachs Group Inc (NYSE:GS), obtuvo ingresos por 6,200 millones de dólares en el tercer trimestre, lo cual fue superior al consenso. Johnson & Johnson (NYSE:JNJ) y Lockheed Martin Corporation (NYSE:LMT) también tuvieron buenos reportes. Por su parte, Netflix Inc (NASDAQ:NFLX) logró sumar 2.41 millones de clientes, superando el consenso de Wall Street.
Apple Inc (NASDAQ:AAPL) cayó ya que está recortando la producción de su iPhone 14 Plus. Sin embargo, la compañía anunció el lanzamiento de un iPad económico con el chip M2 utilizado en los últimos ordenadores Mac. Por otro lado, Twitter Inc (NYSE:TWTR) congeló las acciones de los empleados ya que se acerca la fecha límite para sellar un acuerdo con Elon Musk el 28 de octubre.
Parece ser que el precio del petróleo se mantendrá elevado, ya que la OPEP realizará recortes de producción de petróleo, esto a partir del escenario de riesgo de recesión mundial. La guerra en Ucrania se ha prolongado y complicado aún más esta situación. El deterioro de la economía en Europa y China afecta los mercados financieros mundiales ya que propician la temible recesión.
¿La Fed debería seguir subiendo la tasa de referencia?
Algunos creen que incluso la Fed debe hacerlo más allá del 4.75%, aunque aumentan la probabilidad de una recesión en Estados Unidos. Algunos analistas creen que la economía de este país debe debilitarse significativamente y propiciar una recesión, con el fin de bajar la inflación. Lo que se espera es que haya alguna forma de que la inflación baje, sin que haya despidos en masa.
Actualmente la tasa de interés de Estados Unidos se encuentra en 3.25% y la próxima reunión será el 2 de noviembre de 2022. Existe un consenso entre los especuladores en cuanto al incremento de esta tasa y la mayoría considera que incrementará a 3.75% o inclusive a 4%.
Los analistas creen que la próxima recesión mundial es inminente ya que la economía mundial ni siquiera se ha recuperado del todo del impacto de la pandemia del COVID-19, mientras que el conflicto entre Rusia y Ucrania ya ha empezado a debilitar el crecimiento económico mundial, que probablemente empeore.