• El índice de IFB registró una variación mensual de +1.9% en abril.
• El alza se dio por un aumento de 4.1% en maquinaria y equipo de transporte.
• Hacia adelante, el panorama es adverso y será difícil que las tasas se mantengan.
Actualmente, los flujos de inversión son de la misma magnitud que en 2013
En línea con el dinamismo general de la economía, la inversión tuvo un buen desempeño durante abril, mes en el que creció 1.9% mensual (m/m). Con ello, y tras un igualmente destacado avance de 3.4% m/m en abril, el Índice de Inversión Fija Bruta llegó a 100.0 puntos, lo que la sitúa exactamente en los niveles que presentaba a inicios de 2013. Así, aunque la brecha frente a los niveles prepandemia (-0.6%) está cerca de cerrarse, la crisis de la inversión es más amplia y su rezago seguirá siendo una de las limitantes de peso para el crecimiento económico en nuestro país, sobre todo porque esperamos una desaceleración notoria en los meses de mayo y junio que podría amenazar el progreso conseguido.
El alza se dio por un aumento de 4.1% en maquinaria y equipo de transporte
Al interior, el resultado global de la inversión fue impulsado principalmente por un alza importante (+4.1% m/m) en el componente de maquinaria y equipo. A su vez, esta refleja la reactivación de la industria automotriz tras los problemas generados con la sorpresiva invasión de Rusia a Ucrania a finales de febrero. Los componentes de equipo de transporte fueron los más fuertes y tuvieron variaciones de +4.8% en la categoría nacional y de +5.3% m/m en la importada. Por otro lado, la construcción tuvo un comportamiento más atenuado, pues subió solo en 0.7% m/m, lo que la mantiene al índice 9.6% debajo de su nivel prepandemia. Hacia adelante este es uno de los elementos más vulnerables por el clima de incertidumbre que es notable a nivel global, pero también por el menor volumen en la inversión pública en construcción tras la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Rumbo Económico
El alza de la inversión en abril es una buena noticia y contribuye a robustecer la estimación de que el crecimiento en el segundo trimestre del año será cercano a 1.0% trimestral. Además, la inversión superó al consumo privado (+0.8% m/m) y a las exportaciones (+0.8%), con lo que se convirtió en el principal motor de crecimiento como hace tiempo no lo hacía. Desde nuestra perspectiva, este es el comportamiento que se requiere para que el PIB avance a tasas anuales superiores a 4.0%, por lo que, de sostenerse, los resultados económicos podrían mejorar ampliamente. Sin embargo, los factores mencionados anteriormente hacen que este sea un supuesto de difícil cumplimiento, por lo que, aunque seguimos pensando que hay cierto sesgo al alza en nuestro pronóstico de +1.7% para el PIB de 2022, será complicado que el resultado diste mucho de esta cifra. Tras la publicación del dato, el peso mexicano se ha apreciado en 0.31% y cotiza cerca de los $20.61.