Los valores internacionales y su efecto en el mercado local cotizan a la baja por el avance del virus y el derrumbe del precio del petróleo
La caída en los precios internacionales de los commodities agrícolas por efecto del freno de la economía mundial que provoca la pandemia de coronavirus, que junto a la situación climática local, generó para Argentina la pérdida de ingresos por más de 2.000 millones de dólares en las últimas dos semanas.
“Esto se puede profundizar”, expresó el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto, que se refirió así al impacto que seguirá teniendo el desarrollo que ofrece la pandemia del coronavirus, y la disminución que reporta el precio del barril de petróleo que arrastra también a los valores agrícolas.
Según explicó Agusto a Infobae, “el panorama mundial es bastante complicado, en especial para el sector agropecuario y para la soja, ya que sus valores generan sombras negativas: hace dos semanas en el Mercado de Chicago, la soja cotizaba a 328 dólares por tonelada y hoy ya hablamos de un valor por debajo de los 314 dólares”.
“Esto refleja que la cosecha oleaginosa nacional vale 1.100 millones de dólares menos que hace 15 días. También pesará allí la menor producción que se espera por impacto de la sequía: la Bolsa de Cereales de Buenos porteña recortó la semana pasada su estimación de cosecha de 55 millones de toneladas a 51,5 millones de toneladas. Así en dos semanas, se perdieron ingresos adicionales en la producción local de soja por unos 2.000 millones de dólares”, explicó el economista de la bolsa cordobesa.
Con un valor internacional para la soja que se sitúa próximo a un piso de 300 dólares por tonelada, los informes de los especialistas granarios no son halagüeños. Así la cotización del poroto de soja se sitúa en su valor más bajo de los últimos diez meses. Con una producción estimada, según la bolsa porteña, que se redujo de 54,4 millones de toneladas a cerca de 52 millones, los números no dan en la ecuación del agricultor que apostó a la producción de soja.
A todo esto hay que agregar los problemas que afectan a la rentabilidad de los productores de soja, una mayor presión impositiva. Una situación que se agravó con el último aumento de las retenciones que anunció el gobierno para las exportaciones del poroto de soja y sus derivados.
Caída de la economía mundial
Más allá de estas consideraciones, Agusto consideró que “aún es muy temprano para ver los verdaderos efectos y resultados que dejará la pandemia, en especial para el sector agropecuario local. Lo que estamos observando es preocupante, con una desaceleración mundial, con gobiernos que en el mundo encaran diferentes medidas, y países desarrollados que ponen en cuarentena a sus empresas y a su personal, generando una parálisis de sus economías, y principalmente del turismo. Algunos economistas ya hablan de una economía mundial que crecería solo la mitad de lo que se había pautado para el 2020. Allí está China, también, que verá reducido su crecimiento”.
“En el caso de la Argentina, ya nos agarra mal parados por la crisis que veníamos encarando a nivel local, la cual es bastante profunda: y esto sin duda lo que va a hacer es profundizarla”, aseguró Agusto. El economista consideró muy necesario por ende seguir la tónica que ofrezca el valor del crudo en el orden mundial, que se verá afectado por una menor demanda de combustibles y también por una seria pelea en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC), un organismo conformado por los principales países productores de petróleo.
“La situación del mercado de los combustibles en el mundo sin duda va a afectar a todos los valores de las materias primas agrícolas, no solo a la soja. Esto va a hacer más complejo la situación de la producción agrícola local, que ya comenzaba a levantar la cosecha gruesa”, aseguró el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba.