Las autoridades del Sistema de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos alertaron esta semana que la recuperación que tuvo la economía estadounidense en los últimos meses podría verse seriamente afectada por una segunda ola del coronavirus.
Mientras los principales índices de Wall Street se han revalorizado más de un 45% desde los mínimos registrados a mediados de marzo, la FED sugirió tener cautela debido a que el repunte en la actividad económica es cada vez menos sostenible a medida que los contagios vuelven a crecer en el país.
“La pandemia sigue siendo el catalizador clave del curso de la economía. Todavía nos rodea una espesa niebla de incertidumbre y los riesgos bajistas predominan”, comentó la economista integrante de la junta de la Reserva Federal, Lael Brainard, en una videoconferencia organizada por la National Association of Business and Economics.
Cuatro meses atrás, la entidad que regula el sistema financiero estadounidense decidió recortar las tasas de interés a cero, aumentar las compras de activos en gran escala y lanzar un plan de estímulo monetario con el objetivo de mitigar el impacto de la recesión causada por el coronavirus.
La batería de medidas impulsadas por el Banco Central logró su cometido durante el segundo trimestre del año. Sin embargo, los casos de COVID-19 están resurgiendo con fuerza desde que comenzó julio y es probable que el gobierno de Donald Trump decida implementar nuevamente un confinamiento estricto como ocurrió en abril, lo que sería fatal para el rebote económico.
Entre mayo y junio, los Estados Unidos recuperaron más de 7,3 millones de puestos de trabajo gracias a la flexibilización de la cuarentena y la contención de la pandemia. Sin embargo, la segunda ola del coronavirus plantea la posibilidad de que el virus se quede por más tiempo de lo pensado y que muchos empleos jamás puedan ser recuperados debido al abrupto cambio en los hábitos de consumo de la sociedad.
“Una serie de compañías, grandes y pequeñas, se están dando cuenta que esto no es un problema de dos meses y están reformulando su negocio”, mencionó el presidente de la FED de Richmond, Thomas Barkin.
En sintonía con las declaraciones de los otros directores, el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, consideró fundamental evitar que la enfermedad siga propagándose como lo está haciendo actualmente.
“Si bien este repunte en la actividad económica es bienvenido, también presenta nuevos desafíos, notablemente, la necesidad de mantener el virus bajo control”, afirmó y luego agregó: “el camino futuro para la economía es extraordinariamente incierto y dependerá en gran parte de nuestro éxito en contener el Covid-19”.
Teniendo en cuenta los datos del 14 de julio, Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia del coronavirus. Con más de 3,6 millones de infectados y unas 140.000 muertes, la principal potencia económica representa más de un 26% de los casos del virus a nivel mundial.