Ayer por la tarde, un trío de funcionarios del ala blanda o "dovish" de la Reserva Federal estadounidense volvió a tener al billete verde a la defensiva, con Lael Brainard lamentando la baja inflación y pidiendo un ritmo más lento de subida de tasas, mientras que el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, dijo que las subidas "prematuras" de las tasas de interés han infligido un daño a la economía de los Estados Unidos.
El ajuste real en las tasas cortas de los EE.UU. fue un modesto punto base o dos de las probabilidades de subida, pero los rendimientos largos cayeron a nuevos mínimos para el ciclo y el dólar (USD) fue fuertemente más débil a finales de la sesión frente al dólar australiano (AUD) y la libra esterlina (GBP).
El bono de los EE.UU. a 10 años se está arrastrando al 2,00%; actualmente está en el 2,06%.
Por otro lado, la reunión del Banco de Canadá (BoC, por sus siglas en inglés) tiene un montón de espacio para sorpresas de dos vías, y la noticia inicial de una subida o no de las tasas de interés (un poco más de 50/50 de probabilidades a favor de una suba) es potencialmente secundaria a la orientación sobre el camino futuro de las subidas o cualquier comentario sobre la reciente robusta revaluación del dólar canadiense (CAD).
Nuestra evaluación es que el mercado se ha vuelto más agresivo en términos relativos al descontar más sobre el Banco de Canadá, medido por la tasa final probable evaluada a finales del próximo año, en relación con la evaluación de la Fed.
Tal vez el pensamiento es que la Fed, si todo va de acuerdo al plan, también estará haciendo el QT en lugar de aumentar las tasas, siempre y cuando la inflación sea tenue. A mediano y largo plazo, el tema de mayor preocupación para Canadá es el mercado/burbuja de la vivienda y los efectos potenciales sobre la economía, ya que inevitablemente está relacionado con el aumento de las tasas (recuerde que las hipotecas canadienses se financian a tasas de cinco años y éstas están arriba en unos 100 puntos básicos desde el año pasado).
Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE) tiene un difícil problema de comunicación por delante de su reunión de mañana, ya que nos estamos acercando al final del horizonte declarado para el programa de compra de activos, que se fijó "al menos" hasta diciembre. Una reciente filtración sugirió que Mario Draghi y compañía no serían específicos sobre los planes de tapering hasta la reunión de diciembre, pero podría ser peligroso esperar tanto tiempo si quieren manejar las expectativas antes de entonces.
¿Es este el caso de establecer una expectativa con el fin de diseñar una sorpresa "dovish" (una táctica que hemos visto en el pasado)? Si Draghi no puede ser específico sobre la ruta anticipada de reducción del balance del BCE, el mercado se quedará para medir el tono de la retórica en la conferencia de prensa del BCE de mañana y las últimas proyecciones de la entidad monetaria europea.
Las proyecciones de junio tenían una inflación medida por el HICP (Índice Armonizado de Precios al Consumo) para 2018 proyectada en el 1,3%, frente al 1,6% de marzo. ¿Podría el euro (EUR) fuerte ver una reducción adicional? El euro ha corregido, pero ¿podría Draghi simplemente despejar la barra para una sorpresa dovish que haga bajar a la moneda única un escalón o dos?
Gráfico del cruce euro-yen (EURJPY)
Dados los malos nervios del mercado y los rendimientos de los bonos cayendo nuevamente, un mensaje dovish del BCE y el pesado posicionamiento especulativo largo en el euro podrían ver al par euro-yen (EURJPY) como uno de los motores más grandes del mercado en las próximas sesiones. Después de que fallaran los recientes intentos en niveles más altos, seguimos observando la interacción con los niveles de las nubes diarias de Ichimoku a la baja desde aquí.
Fuente: DIF Markets