Invertir en acciones inmobiliarias ha sido un reto desde el estallido de la pandemia del COVID-19 el pasado mes de marzo. Mientras que los bienes raíces comerciales se tambaleaban al borde del colapso, los precios de la vivienda alcanzaban máximos históricos en Estados Unidos, pues la población confinada ha buscado viviendas más grandes y un estilo de vida suburbano.
Ese contraste ha hecho caer las acciones de los propietarios de hoteles, minoristas y de oficinas, mientras que los constructores de viviendas y las empresas que gestionan los alquileres de viviendas se disparaban. Pero esa ecuación ha cambiado durante el último trimestre a medida que los inversores, con los ojos puestos en la recuperación económica post- COVID, comenzaron a impulsar las maltrechas acciones de los operadores de centros comerciales y cadenas hoteleras.
Las acciones de Simon Property Group, el mayor operador de centros comerciales de Estados Unidos, han subido más de un 40% desde la aprobación del uso de emergencia de las vacunas en Estados Unidos. Del mismo modo, Marriott International ha subido más de un 30% en los últimos tres meses.
Aunque las acciones de estas empresas acumulan pérdidas de más del 10% frente a sus niveles de prepandemia, su rápida recuperación sugiere que algunos inversores creen que ya ha pasado lo peor para estos sectores, ya que la rápida implantación de vacunas desbloqueará una enorme demanda reprimida de compras y viajes.
Un largo camino por delante
A pesar de este fuerte repunte a corto plazo, todavía no creemos que estas dos categorías de bienes raíces estén fuera de peligro. Algunos ejecutivos de hoteles han advertido de que sus negocios podrían no observar una recuperación completa hasta al menos 2023, incluso aunque la pandemia esté bajo control. Algunos ejecutivos de negocios, incluido el cofundador de Microsoft (NASDAQ:MSFT), Bill Gates, han sugerido que los viajes de negocios no volverán a ser lo que eran, tal vez nunca.
"Todavía tenemos un largo camino por delante, pero esta crisis llegará a su fin, y creo que los viajes se recuperarán rápidamente", dijo el director ejecutivo de Marriott, Arne Sorenson, a los inversores en noviembre. Sin embargo, añadió que el momento de una recuperación completa sigue siendo "impredecible".
Para los traders de los mayores centros comerciales de Estados Unidos, el futuro no se ve tan de color de rosa como sugiere la recuperación de los precios de sus acciones. Según el último informe de Bloomberg, siguen sin pagarse alrededor de 52.000 millones de dólares en alquileres de particulares desde abril.
"Va a haber grandes burbujas que van a explotar el año que viene o incluso en el cuarto trimestre", ha dicho Andy Graiser, copresidente de la firma de asesoría A&G Real Estate Partners. "No estoy seguro de si van a ser capaces de efectuar esos pagos además de su actual alquiler”.
Los retrasos en el alquiler han sido el factor clave, llevando al CBL & Associates Properties (OTC:CBLEQ) and Pennsylvania RE Investment Trust (NYSE:PEI) a la bancarrota en noviembre. El gigante del centro comercial Simon, sin embargo, parece estar en una mejor posición, ya que cobró el 85% de los alquileres en el tercer trimestre, frente al 72% del trimestre anterior. Brookfield Property (NASDAQ:BPY) Partners ha anunciado la recaudación de alrededor del 75% del alquiler debido de los inquilinos del centro comercial durante ese mismo período.
En conclusión
El panorama mixto de este arriesgado segmento del mercado inmobiliario muestra que apostar en gran medida por los bienes raíces comerciales no es una buena idea, especialmente cuando los casos de coronavirus en Estados Unidos siguen aumentando, están surgiendo nuevas variantes del virus y la implementación de la vacuna sigue siendo un desafío para las autoridades sanitarias.