Tres de las variables en las que la Reserva Federal (FED) tiene niveles objetivo son el crecimiento económico, la inflación y el desempleo, a las que les ha dado especial atención previo a cualquier ajuste en las tasas de interés. Asimismo, mantiene un cuidadoso seguimiento a hechos clave, como el “Brexit” y las políticas de otros Bancos Centrales.
Durante la reunión de julio, la FED resolvió mantener las tasas de interés, a pesar de reconocer menores riesgos globales, un sentimiento positivo por el desempeño de la economía, la solidez del mercado laboral y una inflación bajo control. Muchos analistas coincidían que era el momento propicio, pero la FED prefirió esperar más información sobre la evolución de los datos y parece haber acertado.
¿Qué ha sucedido?
Una de cal y otra de arena. El crecimiento del segundo trimestre arrojó una cifra inicial de 1.2%, mucho menor al 2.5% previsto, donde, de acuerdo con periodos anteriores, las revisiones a las cifras del segundo trimestre tienden a ser a la baja. Sin embargo, lo positivo fue la creación de empleo de julio de 255 mil puestos, superior a los 180 mil esperados e inclusive aumentó la tasa de participación laboral. Ahora, la FED está a la espera de cifras más contundentes en sus objetivos.
Al Comité de la FED le restan tres reuniones en el 2016, que serán en los meses de setiembre, noviembre y diciembre. Parece ser que, dado el comportamiento de la economía, se necesita más información sobre el desempeño, tanto de los datos internos como de la evolución en Europa y Japón, por lo que setiembre no será el momento para plantear un ajuste, mientras que en noviembre la reunión será en la víspera de la elección presidencial de los Estados Unidos, motivo suficiente para pensar que tampoco será un momento conveniente.
Posterior a las elecciones, el panorama podría variar dependiendo del candidato que triunfe, lo cual incluso podría implicar cambios en los miembros de la propia FED. No obstante, independientemente de lo anterior, será clave la evolución que tenga la economía en las tres variables clave y el entorno externo, las cuales de momento, no dejan ver un ajuste en el corto plazo, de forma que se mantienen las recomendaciones de inversión de meses recientes.