Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China impactaron de lleno en el comportamiento de los mercados argentinos y en el resto de sus pares emergentes, luego de que el presidente de la principal economía del mundo impuso aranceles a las importaciones del país asiático y limitó sus inversiones en empresas estadounidenses. Si bien en las últimas horas Argentina y otros cinco países quedaron exceptuados del arancel de 25% para el acero y 10% para el aluminio, los inversores desarmaron posiciones en activos de riesgo tomando acciones defensivas a la espera de que las ramificaciones políticas en el plano internacional se disipen y, consecuentemente, se reduzca la volatilidad en los mercados financieros.
Mientras tanto, en medio de la desconfianza general a partir de la profunda caída que sufrieron los mercados internacionales en las últimas sesiones, algunos analistas locales todavía mantienen cierta esperanza para una recuperación de las bolsas emergentes en el mediano plazo y apuntan a las acciones argentinas como estandarte de la suba frente a la posibilidad de un cambio de categoría a mitad de año por parte de Morgan Stanley (NYSE:MS). Además, hay que tener en cuenta que a pesar de que la perspectiva sigue siendo que la Fed continúe con su política de aumento de tasas, los riesgos de una guerra comercial entre las principales potencias del mundo debería afectar en menor medida a los productos de Argentina y Brasil a raíz de la suspensión de aranceles que firmó días atrás Trump.
Según el resultado de una encuesta publicada en uno de los medios financieros más importantes del mundo se observa que los inversores igual pronostican un mercado bullish para los próximos meses en las bolsas emergentes, aunque los conflictos externos serán un factor clave en la sensibilidad de los operadores al momento de tomar decisiones de inversión a corto plazo. El índice VIX que mide la volatilidad subió el viernes 6,56% a 24,87 puntos, el nivel más alto desde mediados de febrero, luego de que China amenazara con dejar de comprar bonos del Tesoro de Estados Unidos en represalia a las recientes decisiones comerciales del presidente americano.
Frente a este panorama, la renta variable argentina se contrajo durante la semana 3,46% hasta un mínimo de un mes y medio, como resultado del fuerte aumento de la aversión al riesgo en los mercados globales. Las acciones energéticas y gasíferas soportaron las mayores caídas en la bolsa porteña, y por lo pronto, es evidente que el mercado local seguirá acoplándose a la tendencia de los principales referentes del mundo, situación que nos invita a operar con extrema cautela en los próximos días dado que se espera una excesiva volatilidad y en Argentina nos enfrentamos a una semana reducida por el feriado de Pascuas.
En lo que va de marzo, son pocas las acciones que mantienen sesgo positivo, y desde el aspecto del análisis técnico, todas las señales indican venta en el principal referente bursátil argentino, por lo que habrá que estar atentos a lo que suceda en las plazas financieras externas. No obstante, en el plano doméstico, el foco de atención también deberá apuntar a la reunión de política monetaria del martes para conocer la decisión de tasas del BCRA.
A partir de esa situación, y si se mantiene la tasa, es probable que se genere un cambio en las estrategias financieras y se podría dar un estimulo para la rotación de carteras por parte de los inversores, si es que la decisión de la entidad monetaria es continuar interviniendo en el mercado cambiario con la intención de ponerle un techo a la escalada de la divisa estadounidense.
Como no podía ser de otra manera, los bonos en dólares también sufrieron la volatilidad de los mercados externos y en el transcurso de marzo no logra repuntar la demanda de los títulos públicos, aunque deberían aparecer nuevas oportunidades de compras en el segmento de renta fija ante el objetivo de proteger portafolios en un mercado inmerso en la incertidumbre global. Estas inversiones permiten a los ahorristas asegurarse una renta de forma periódica y si se consigue combinarlas de manera correcta con otros instrumentos en moneda dura pueden proteger las carteras de los vaivenes del mercado.