El Índice Merval cerró la jornada del viernes con una variación negativa del 1,1% alcanzando los 17.869 puntos básicos, acumulando en el año una variación positiva de 53,1% en moneda nacional y 38,35% en dólares (Utilizando el CCL).
Esta semana nuestro índice inició la toma de ganancias justo en el techo de su canal alcista de corto plazo, la cual está impulsada principalmente por las acciones bancarias, petroleras y metalúrgicas, aunque también ayudaron casi todas las demás.
Esta toma de ganancias es muy buena para nuestro mercado ya que estas bajas son necesarias para descomprimir un poco la presión compradora y para que se calmen las expectativas de los inversores que, cuando las acciones suben mucho de manera acelerada, pueden sobredimensionarse y llegar a precios exagerados, de burbuja.
Cuando el movimiento de las acciones y del mercado en general toma una forma escalonada, con subas y bajas crecientes de baja volatilidad, dichos movimientos suelen durar más tiempo ya que las expectativas de los inversores con respecto a los futuros resultados de las empresas tienden a ser más racionales y por lo tanto, la probabilidad de que nos encontremos con una mala noticia o un mal balance no esperado por el mercado son más bajas.