Hoy empieza a rodar el balón en Rusia. Estamos en la vigésimo primera edición de la Copa Mundial de Fútbol. Pero antes de que inicie ya tenemos a un goleador: se trata del seleccionador que dirige a toda la escuadra rusa, Vladimir Putin. Sin duda, el presidente ruso es un portentoso estratega sobre el terreno de juego político. Es el “fútbol total” de Johan Cruyff. Si el crack holandés reinventó el fútbol, primero como jugador en la Naranja Mecánica holandesa y luego como director técnico del Barca, Vladimir Putin está reinventando a Rusia.
Vladimir Putin es “política total”, y llega al Mundial con el balón mimado a sus pies, bien controlado y mirando hacia la portería contraria. Su fútbol es equilibrado, pero con tendencia al ataque. Y como jugador es muy habilidoso: en cualquier descuido te marca gol. Las dos grandes potencias mundiales económicas, que no futbolísticas, lo adoran como a un Cristiano o un Messi, lo que le permite conducir la pelota por la cancha mundial bastante a su antojo. En Estados Unidos, que no acudirá al Mundial de Rusia tras 32 consecutivo años asistiendo a la cita, Donald Trump lo admira abiertamente y posiblemente le deba su presidencia. En China, que sólo se ha clasificado para un Mundial, el de Corea/Japón 2002, Xi Jinping se vanagloria de ser gran amigo de Putin. Pero el resto de selecciones nacionales, lo temen profundamente.
Y no es para menos, pues les ha metido varios goles. Los más vistosos los ha marcado en el conflicto de Ucrania, con la anexión de Crimea, y con la guerra civil en Siria. Desestabiliza al mundo con goles maquiavélicos y mucho juego sucio, a base de driblar a sus rivales con herramientas cibernéticas y desinformación. Aparentemente, se infiltró en las elecciones estadounidenses, un tema que sigue siendo investigado por el fiscal especial Robert Mueller. Pero sobre todo despliega su juego contra la Unión Europea: se llevó el partido del Brexit, afianzó el juego de los independentistas catalanes, hizo de pared con la ultraderecha francesa de Marine Le Pen y se ha involucrado en varios procesos electorales más. El colmo de la marrullería fue el envenenamiento de un ex-espía ruso y su hija con un gas nervioso, lo que causó un fuerte conflicto diplomático. No importa, sobre su pizarra tiene como objetivo fundamental debilitar a Europa. Sólo así ganará poder e influencia sobre los países del Este y las ex-repúblicas soviéticas, en su esfuerzo por devolver a Rusia la grandeza de antaño.
Pero ahora quiere celebrar a lo grande el gol que le marcó a la FIFA: la victoria de su candidatura aconteció en el mayor escándalo de la FIFA, bajo acusaciones de sobornos, blanqueo de dinero y corrupción a altos funcionarios. Varios de ellos aparecieron en los Papeles de Panamá, donde también estaban los nombres del círculo de amigos más cercano a Putin. A mediados de 2015, siete directivos de la FIFA eran detenidos acusados de haber recibido durante casi 25 años sobornos y comisiones por una cifra total de 150 millones de dólares a cambio de derechos mediáticos, de comercialización y patrocinio en torneos de fútbol, o para obtener sedes mundialistas. En consecuencia, se inició una investigación con el fin de confirmar las sospechas de irregularidades cometidas en las elecciones de las sedes de las Copas del Mundo de 2018 en Rusia y de 2022 en Qatar.
Ya existían precedentes: para obtener la sede de 2006, se acusó a Alemania de pagar 6.7 millones de euros con la que sobornaron a cuatro representantes de la FIFA, escándalo en el que se vio involucrado el ex-futbolista Franz Beckenbauer. Alemania ganó a Sudáfrica por 12 votos a 11. Dos años después, en 2008, Sudáfrica jugó de la misma manera, y se descubrió el pago de 10 millones de dólares para llevarse el Mundial de 2010. En Brasil, donde se celebró el Mundial de 2014, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, también tuvo que dimitir por haber aceptado sobornos.
Si Rusia ha sido capaz de interferir en las elecciones de Estados Unidos, el Brexit y demás, las sospechas sobre la elección de su sede mundialista fue puesta en entredicho desde el primer día, sobre todo por Inglaterra, cuya candidatura fue rápidamente eliminada. En el caso de Qatar, donde los juegos se tendrían que celebrar en invierno para evitar las temperaturas veraniegas, se descubrió que el qatarí Mohamed ben Hammam realizó pagos por 3.6 millones de euros a responsables de fútbol africanos para comprar sus votos. Si Rusia pagó sobornos para obtener la sede no se ha confirmado. Eso sí, Putin no se olvida de sus amigos, e invitó al Mundial tanto al ex-presidente de la FIFA, Joseph Blatter, como al de la EUFA, MIchel Platini, ambos suspendidos. Tras el “FIFAgate”, Putin alabó al gestión de Blatter y afirmó que merecía un Premio Nobel.
El caso es que los intentos por boicotear el Mundial de Rusia han fracasado. Y Putin llega al Mundial con la portería a cero, como si el arco lo tapara Yev Lashin, la araña negra, el único guardameta del mundo en ganar el Balón de Oro. En el Mundial, Putin podrá exhibir los logros de su país y sus ansias de ser una potencia mundial ante prácticamente la mitad de la población del planeta. Según datos de la FIFA, el Mundial de Sudáfrica y Brasil lo vieron en torno a 3,200 millones de personas y se espera que el de Rusia alcance los 3,500 millones.
Para empezar, acaba de ser reelegido para un cuarto mandato en un país donde su discurso nacionalista ha triunfado y donde gobierna sin contrapesos, en un régimen autoritario. Tras 18 años de poder, y con mandato hasta el 2024, se ha convertido en un verdadero zar de Rusia. En segundo lugar, y como decimos, está protegido por Donald Trump y Xi Jinping, con los que mantienen un idilio. El primero, en plena crisis del G7, no dudó en abrir más las heridas entre sus socios occidentales al solicitar la readmisión de Rusia en el selecto club. Con el segundo, un viejo compañero de viajes, ha logrado ver cómo se les alinean los intereses económicos y geopolíticos gracias a los despropósitos de Trump y la división entre las potencias occidentales. En tercer lugar, la alianza de Rusia con la OPEP, al unirse a su política de recortes en las cuotas de producción, fue fundamental para elevar los precios del crudo, aliviar la situación financiera del país y suavizar el impacto de las sanciones económicas por la anexión de Crimea.
Por tanto, al Mundial llega un Vladimir Putin pletórico, dispuesto a recibir con gran hospitalidad y sonrisa a deportistas, hinchadas, turistas y altos mandatarios que acudan a Rusia. Se resistirán a ir los grandes líderes occidentales, que no toleran su cinismo y despotismo. Pero allí estarán sus aliados asiáticos y de Oriente Medio. En el partido inaugural, Rusia juega contra Arabia Saudí, y se encontrará con Mohámed Bim Salman, con quien discutirá si se relajan las cuotas petroleras tras la sanción a Irán y el aumento de los precios del crudo antes de la reunión de la OPEP de la semana que viene.
Aunque hoy apenas empieza el Mundial y Rusia, el anfitrión, parte como uno de los equipos más débiles, el fútbol total de Vladimir Putin ganará por goleada. Es zar dentro de Rusia e intocable en el exterior, y nadie como él tiene mayor capacidad para ejercer su poder. No por nada la revista Forbes lo condecoró como el hombre más poderoso del planeta por cuatro años consecutivos. Sólo este año lo superó Xi Jinping, cayendo Trump al tercer lugar.
INFOGRAFÍA
El Mundial de Rusia 2018 acontece luego del peor escándalo de corrupción en el seno de la FIFA. En las últimas tres ediciones (Alemania, Sudáfrica y Brasil) junto con Rusia y Qatar han existido sospechas de sobornos para que la FIFA escogiera su país. El caso más asombroso es Qatar, donde para celebrar el mundial tendría que realizar un gasto abismal de 200,000 mdd y jugarse en invierno…
Fuente: Bloomberg
…con el escándalo, varios patrocinadores de la FIFA se retiraron. Sin embargo, China, pese a no tener equipo en el Mundial, entrará al negocio con un estimado de 835,000 mdd, o algo más de un tercio del total (2,400 mdd). El conglomerado Dalian Wanda (HK:3699), el fabricante de TV HiSense, de smartphones, Vivo, o de scooters, Yadea, son algunas de las firmas chinas que patrocinarán el Mundial…
Fuente: Zenith
… Putin llega en un momento ideal para exhibirse ante el resto del mundo: acaba de ser reelegido para un cuarto mandato; Trump y Xi Jinping lo alaban, y gracias a su alianza con los países de la OPEP para recortar la oferta de crudo, el precio del petróleo se ha elevado y ha aliviado al país de las sanciones económicas que le impusieron los países occidentales tras la anexión de Crimea…
Fuente: Bloomberg
… asimismo, la recuperación del precio del crudo tras la debacle de 2014 ha sido fundamental para sacar a la economía rusa de la recesión en la que entró durante el año de 2015 y 2016 como resultado de la propia caída del precio del petróleo, las sanciones económicas, el derrumbe del rubro y el aumento de tasas de interés. En 2017 la economía creció un 1.5% y se espera 1.7% en 2018.
Fuente: FMI