Pensar en televisión y contenido digital nos remite inexorablemente a pensar en Netflix (NASDAQ:NFLX). Con más de 139 millones de suscriptores en todo el mundo y presencia en 190 países, este coloso de la tecnología revolucionó la forma de ver y de consumir la televisión.
El crecimiento que ha tenido el precio de sus acciones en los últimos años ha sido increíble y, luego de varios meses difíciles el año pasado, la firma ha comenzado 2019 con una gran recuperación:
A pesar de este comienzo más que favorable, con el precio de sus acciones volando por encima del 30% en los pocos días que llevamos de enero, y muy buenos datos del último trimestre del 2018, el gigante del streaming se enfrenta a una feroz e incipiente competencia que pone en jaque su supremacía y sus perspectivas de crecimiento a futuro.
El problema es simple: el mercado de “emisión en línea” se está abarrotando. Cada vez son más los competidores que ingresan o se preparan para ingresar en este sector. A sus ya conocidos rivales como Amazon (NASDAQ:AMZN) (Prime Video), Hulu y YouTube, se agregan a la pelea Apple (NASDAQ:AAPL), Disney (NYSE:DIS), Warner Media y Comcast (NASDAQ:CMCSA) NBC Universal, entre otros.
Ya la semana pasada, la compañía corrigió sus proyecciones de crecimiento para el último trimestre del 2019, lo que rápidamente hizo reaccionar a los mercados haciendo caer el precio de sus títulos hasta un 3% el día viernes.
Otro problema de Netflix está en que muchos de sus nuevos competidores (Disney, Warner Media, Comcast NBC Universal) son actualmente proveedores de contenido. Su aparición como competidores lo privará contenido, haciendo aún más imperiosa la necesidad de contar con producción propia, algo que hasta la fecha le ha representado un cambio de paradigma de su modelo de negocio y enormes gastos incrementales.
Apple y Disney ya han confirmado su entrada al mercado para el primer semestre de 2019, mientras que Comcast NBC Universal lo haría a principios de 2020.
Con Disney ratificando que discontinuará las licencias de reproducción que mantenía con Netflix, Apple apostando a desarrollos propios con un presupuesto de 1.000 millones de USD (con importantes personalidades de la pantalla grande como Steven Spielberg), y Comcast proveyendo su plataforma a los casi 52 millones de usuarios de Sky, el panorama de Netflix no es muy favorable.
Todo esto significa que la empresa no solo tendrá que competir por el mercado sino también por el contenido.
En línea con las fuertes erogaciones que deberá soportar Netflix durante este convulsionado año que se viene, los Free Cash Flows estimados para el 2019, continúan siendo negativos y de magnitud similar los obtenidos en 2018 (3 billones de dólares), principalmente por los enormes gastos en desarrollo de contenido que deberá soportar.
Para financiar la costosa apuesta en desarrollos propios para sostener “su corona”, Netflix acaba de informar un aumento de precio de las suscripciones que operará de inmediato para nuevos suscriptores y progresivamente en los actuales consumidores del servicio. Por su parte, cabe recordar que muchos de sus competidores ofrecen sus plataformas de manera gratuita.
Con un Price to Earnings (P/E) de 126,53, que todavía se encuentra muy por encima de la industria (25,67) y el sector (9,46), Netflix necesita continuar creciendo vertiginosamente para evitar que el precio se vea forzado a la baja, pero…. ¿Podrá hacerlo dado el contexto actual?
En definitiva, la compañía enfrenta un doble problema: la pérdida de contenido y el aumento de sus competidores. El primero lo obligará a avanzar aún más en su nuevo segmento de negocio y el segundo le canibalizará parte de su mercado.
Con un mercado mucho más convulsionado que años atrás, Netflix debería mostrarse un poco más preocupado por sus competidores. Es sabido que en la industria tecnología la paranoia es necesaria para sobrevivir, y quizás, esto es lo que le esté faltando a la firma.
En definitiva, parece difícil que Netflix pueda mantener el precio de sus acciones en niveles tan altos en el futuro, dado que la competencia será cada vez más brutal para este gigante del streaming.