El oro cerró la sesión mostrando un incremento de 0.86%, cotizando 1,364.81 en dólares por onza, ante un retroceso en los mercados de capitales. Por segunda sesión consecutiva, los mercados de capitales fueron afectados de manera negativa por el sector bancario, ante un rechazo por parte de los participantes del mercado a las pruebas de estés de los bancos europeos ya que insisten que la prueba es demasiado laxa. Asimismo, se anunció que el Deutsche Bank (DE:DBKGn) y Credit Suisse (SIX:CSGN) no pertenecerán a la muestra del Índice Euro Stoxx 50, a partir del 8 de agosto, debido a la baja capitalización que presentan. El Euro Stoxx cayó 2.03%, mientras que el DAX de Alemania y el CAC 40 de Francia retrocedieron 1.80% y 1.84% respectivamente.
Sin embargo, las ganancias del oro fueron limitadas ya que durante la mañana el gobierno de Japón decepcionó a los mercados con su programa de estímulos fiscales de 4.6 billones de yenes para 2016, dicha noticia ocasionó una caída del Nikkei en Japón de 1.47% y propició las pérdidas de los mercados europeos.
Se espera que las presiones al alza para el oro continúen ya que no se espera una mejora en la perspectiva del crecimiento económico global, mientras que la aversión al riesgo y volatilidad podrán resurgir en los siguientes 3 meses con a las elecciones estadounidenses.
Por su parte, el cobre finalizó la sesión mostrando un incremento marginal de 0.25%, colocándose en 4,880.75 dólares por tonelada métrica. Sin embargo, las presiones a la baja para el precio del metal continúan latentes, debido a las renovadas preocupaciones por parte de los participantes del mercado en la economía global.
El maíz terminó la sesión extendiendo sus pérdidas, cotizando en 3.24 dólares por bushel, lo equivalente a un retroceso de 0.46%. La mejora en las condiciones climatológicas a nivel mundial ha causado el retroceso en el precio del maíz, haciéndolo tocar un mínimo de 3.19 dólares por bushel no visto desde octubre del 2014. Por su parte, el trigo cerró con un retroceso de 1.17% cotizando en 4.01 dólares por bushel, tocando un mínimo de nueve años de 3.99, ante una probable expansión en el la producción mundial de trigo. Se espera que la cosecha de Rusia incremente en 12% a un máximo en registro de 69 millones de toneladas.