Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El jueves, el dólar subió con fuerza con respecto a las demás monedas principales, gracias a unos datos más sólidos. Se produjo una revisión al alza del PIB del segundo trimestre y, aunque el aumento fue menor de lo esperado, la dirección del ajuste fue positiva para el dólar. Las solicitudes de subsidio por desempleo aumentaron, pero la media de cuatro semanas, más relevante, cayó a su cota más baja desde el inicio de la pandemia. Todas las miradas se dirigen al simposio de la Reserva Federal de Jackson Hole del viernes. Este jueves escuchábamos a algunos banqueros centrales y sus declaraciones han sido relativamente halagüeñas. La presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, ha dicho que ya es hora de empezar a ajustar el carácter acomodaticio de la política monetaria, mientras que el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, ha pedido que la Fed ponga en marcha la expansión cuantitativa para terminar en el primer trimestre de 2022. Ambos son miembros sin derecho a voto del FOMC este año, pero está claro que hay responsables de la política monetaria como Bullard que no comparten la opinión de Powell de que la inflación se va a moderar.
El presidente de la Fed, Jay Powell, comparecerá el viernes a las 16:00 horas (CET) y los inversores estarán pendientes de las respuestas a tres preguntas clave:
#1 - ¿Comenzará la expansión cuantitativa en septiembre?
#2 - ¿Cuál es la mayor preocupación? ¿La variante Delta o la inflación?
#3 - ¿Cómo es la política monetaria del banco central tras la pandemia?
Jackson Hole es un evento importante para la política monetaria de la Reserva Federal. En la reunión del año pasado, Powell anunció que ya no subirían los tipos de interés sólo en función del mercado laboral y de los objetivos de inflación. Querían pruebas de que los precios subían de forma sostenible, lo que podría significar permitir que el IPC superara su objetivo del 2% durante algún tiempo.
Hace un mes, los inversores esperaban que la Fed expusiera los detalles de la reducción de las compras de bonos en Jackson Hole, pero la variante Delta, que se extiende rápidamente, complica los planes de política monetaria del banco central. Por un lado, la recuperación del mercado laboral es sólida y la inflación va en aumento, pero por otro, los cierres y las nuevas restricciones en otras naciones suponen un riesgo para la recuperación mundial. Cada vez hay más pruebas de que la eficacia de las vacunas está disminuyendo y de que será necesario una tercera dosis. Hasta que esté disponible de forma generalizada, los expertos médicos temen que las infecciones puedan aumentar en otoño.
La cuestión más importante es cuándo comenzará la expansión cuantitativa. El persistente repunte de las acciones es una señal de que los inversores creen que la Fed podría postergar la cuestión y retrasar el anuncio de sus planes de ajuste hasta septiembre. En las últimas semanas, se han difundido informes sobre el deterioro de la actividad de los sectores manufacturero y de los servicios en todos los rincones del mundo, incluidos Australia, el Reino Unido, la eurozona y Estados Unidos. La variante Delta está suponiendo un riesgo para la recuperación mundial y algunos inversores creen que la Fed podría esperar unas semanas más antes de anunciar la expansión cuantitativa. Conoceremos más información sobre el impacto económico de la variante Delta y los recientes cambios en las tendencias de la inflación (los precios del petróleo y la madera han bajado mucho). Además, aunque el mercado laboral es robusto, habrá un informe de empleo más antes de la reunión de septiembre del FOMC. También quedan otras dos reuniones de política monetaria antes de fin de año, en noviembre y diciembre, por lo que la Fed podría esperar unas semanas más antes de ofrecer una orientación clara sobre cuándo empezará a reducir las compras de activos.
Sabemos que al presidente de la Fed, Jerome Powell, le preocupa menos la inflación que a algunos de sus colegas, por lo que si considera que la variante Delta es el mayor riesgo y opta por ser más conservador y posponer el anuncio de la expansión cuantitativa, las acciones se dispararán, el rendimiento de los bonos caerá y el dólar estadounidense se debilitará. Por otro lado, si considera que un retraso de un mes no supondrá una gran diferencia porque la expansión cuantitativa de este año es inevitable, por lo que deberían empezar en septiembre, las acciones se apartarán de sus máximos, el rendimiento aumentará y el dólar ampliará ganancias frente a las principales divisas.
Aunque las cifras de ingresos y gastos personales se publican este viernes, los traders deberían esperar una consolidación sosegada antes de la comparecencia de Powell en Jackson Hole. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, pronunciará un discurso unas horas más tarde que también podría ser determinante para la libra esterlina.