En la última sesión de febrero, la volatilidad sigue dominando al mercado cambiario mexicano, con el peso por momentos depreciándose por arriba de $21.0 spot. Actualmente se ubica alrededor de $20.90. Los operadores siguen pendientes del comportamiento de la deuda soberana y cualquier acontecimiento que indique tensiones financieras está siendo recibido con alta preocupación por los inversionistas. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años llegó a dispararse ayer hasta el 1.61%, su mayor subida diaria en 19 años. Y aunque esta subida en gran parte se debió a cuestiones técnicas, debido al mal resultado de una subasta realizada por el Tesoro, y posteriormente se relajó y ahora cotiza cerca de 1.46%, todavía no se vislumbra una reducción en los temores del mercado de que el aumento de los precios se acelerará más rápido de lo que sugieren los formuladores de políticas.
Hay dos elementos que podrían ayudar un poco a la moneda mexicana a recortar parte de las pérdidas: la Cámara de Representantes planea votar hoy el paquete de estímulo fiscal en EUA por 1.9 billones de dólares, para su posterior envío al Senado y; la FDA estadounidense se reúne para decidir si otorga la autorización de emergencia a la vacuna de Johnson & Johnson (NYSE:JNJ). Con ello, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $20.70 y $21.05 spot (el euro entre $1.209 y $1.216).
Las fuertes caídas ayer en Wall Street se extendieron a los mercados asiáticos y en la sesión de hoy se mantiene este comportamiento negativo con caídas en las principales bolsas en el mundo.
Los mercados financieros siguen centrados en el repunte de la inflación, lo que está provocando fuertes movimientos en la deuda soberana. El aumento de los rendimientos de los bonos significa que la renta fija ofrece una alternativa más atractiva para los buscadores de rentabilidad, que cambian su asignación de activos de acciones y monedas a bonos. Por ejemplo, el incremento de los rendimientos de bonos estadounidenses de largo plazo ha provocado importantes salidas en el mercado de deuda pública denominada en pesos (el bono de México se ubica en 6.30%). Esto es, los operadores venden bonos mexicanos y convierten los ingresos en dólares, o bien, toman posiciones cortas en el peso para cubrir la caída del mercado de bonos.
Como es una costumbre, el inversionista se adelanta a los hechos y especula sobre los posibles resultados en materia económicas para realizar sus asignaciones de portafolios. Sin embargo, la expectativa es que los precios de los bonos globales vayan a ceder mucho más, al menos hasta que se consolide la recuperación económica, una vez esté la pandemia bajo control, lo que servirá para que en el corto plazo se estabilicen sus rendimientos o, de seguir subiendo, lo hagan ya de forma más moderada. Con más estímulos en camino, y a medida que continúan las buenas noticias sobre el rápido progreso de las vacunas, el mercado seguirá teniendo una doble visión entre alivio o preocupación de que el riesgo de sobrecalentamiento de la economía es alto. Dependiendo de cuál de los dos efectos domine, será el comportamiento final del precio de los activos.
Por otro lado, la Cámara de Representantes en EUA está lista para aprobar hoy el paquete de estímulo de US$1.9 billones. Parece que un objetivo político demócrata, el salario mínimo de US$15, no será parte del plan después de que la parlamentaria del Senado Elizabeth MacDonough descubriera que la medida no calificaba bajo la reconciliación presupuestaria, lo que significa que los cambios requerirán 60 votos en el Senado. Este paso luce ser de mero trámite, por lo que la aprobación sería inminente, para su posterior envío al Senado.
En materia económica, en EUA, el ingreso personal superó expectativas con un incremento de 10.0% en enero, apoyado por la entrega de apoyos fiscales que entraron en vigor en diciembre pasado. Por su parte, el gasto personal aumentó 2.4%.
Hoy inicia una reunión de la FDA estadounidense para evaluar una posible autorización de emergencia de la vacuna de dosis única de Johnson & Johnson. Muy probablemente esta autorización se anuncie el día de mañana.
En México, después de que en diciembre habían tenido un crecimiento anual positivo, las exportaciones iniciaron el año de forma negativa con un descenso de 2.6% anual en el mes de enero (-24.2% mensual). Las exportaciones petroleras bajaron 20.1%, mientras que las no petroleras los hicieron en -1.4% (manufactureras -1.5%). Por su parte, las importaciones cayeron 5.9%. Con ello, el déficit de la balanza comercial asciende a -1,236.4 millones de dólares en el primer mes del año.