Durante el mes de septiembre, el precio del crudo Brent experimentó un notable aumento, rompiendo con éxito la zona de resistencia mensual que se situaba en un rango de precios entre 88 y 86 dólares por barril. Este avance significativo llevó al precio del Brent a cerrar el mes en un valor de 92,81 dólares por barril, alcanzando niveles que no se veían desde noviembre de 2022.
Este incremento en el precio del crudo Brent puede atribuirse a una serie de factores que influyeron en los mercados petroleros durante el mes de septiembre. Algunos de estos factores incluyen la creciente demanda mundial de petróleo a medida que la economía global se recupera de los impactos de la pandemia de COVID-19, así como los recortes en la producción de petróleo por parte de la OPEP+ y otros productores clave.
La demanda de petróleo se ha visto impulsada por la reactivación de la industria manufacturera, el aumento de los viajes y la movilidad de las personas, así como la recuperación de la actividad económica en general. Estos factores han aumentado la necesidad de petróleo crudo, lo que ha llevado a un aumento en su precio en los mercados internacionales.
En el corto plazo, el precio del crudo Brent podría estar agotándose después de su reciente aumento desde alrededor de 83,75 a 83,16 dólares por barril, llegando a aproximadamente 92,81 dólares. Se espera un retroceso, con niveles de soporte clave en 93/92 dólares. Si estos niveles se rompen, podríamos ver una caída hacia los 88,66/88,38 dólares. No obstante, los inversores siguen vigilando el objetivo a largo plazo de alcanzar los 100 dólares por barril.