El Banco de México sorprendió este jueves al mercado recortando la tasa de referencia en 25 puntos base, a 10.75%, cuando un amplio número de analistas esperaban que se mantuviera sin cambio, sobre todo porque la inflación general volvió a estar arriba de las expectativas del mercado en niveles de 5.57% anual.
El principal argumento de la baja en la tasa es que la subyacente, que refleja de mejor manera la tendencia de la inflación, sumó en julio de 2024 dieciocho meses consecutivos de reducciones, situándose en julio en 4.05%. También consideró que la inflación no subyacente que incluye los precios de los bienes y servicios más volátiles como los energéticos y los productos agropecuarios, han alcanzado niveles de 10.4%, siendo el más alto en un periodo de más de dos años, por lo que esperan empiece a bajar y quite presión a la inflación general.
Lo que deja cierta incertidumbre es que Banxico subió las expectativas de la inflación general de 4.0% a 4.4%, mientras que para la subyacente las mantuvo sin cambio en 3.9%.
Lo cierto es que la tasa de interés en 10.75%, sigue siendo restrictiva y aunque la baja no es mala, lo que no está bien es que Banxico puede perder credibilidad con el mercado. La decisión de los miembros del Comité fue dividida 3 a 2.
El índice S&P/BMV IPC logró cerrar con una ganancia de 0.37% en 52,877, aunque previo al anuncio de Banxico alcanzó los 53,117 puntos, pero la baja de la tasa debería favorecer a la Bolsa.
El tipo de cambio cerró en $18.97 según Banxico con ganancia de 1.65%, mientras que la mayoría de las divisas en el mundo siguieron recuperándose frente al yen japonés.
Wall Street recuperó un poco la confianza, aunque con poca información económica, logrando los tres principales índices bursátiles ganancias promedio de 2.31%, aunque parece que el mercado le atribuyó el alza al menor número de solicitudes por desempleo que reportaron respecto a estimados, espantando los temores de la recesión.