Impeachment, una palabra que hace referencia a un proceso de destitución del presidente de Estados Unidos, una palabra que ya está provocando una pregunta general entre los inversores: ¿afectará a las Bolsas, se acabará la fiesta?
Vamos por partes. Trump se ha convertido en el tercer presidente estadounidense que es impugnado, como antecedentes decir que sólo dos presidentes se han sometido también, Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1998 (Richard Nixon dimitió en 1974 antes de que se abriera el procedimiento).
Pero calma, porque el impeachment no llegará a nada y por tanto no afectará a los mercados. Y es que es casi seguro que el Senado, controlado por los republicanos, le permitirá permanecer en el cargo. Esto ayuda a explicar por qué el mercado de valores no ha reaccionado a los acontecimientos relacionados. Digamos que el mercado de valores está tranquilo porque piensa que Trump tiene la misma probabilidad de ser absuelto en un juicio en el Senado que de ser procesado por la Cámara de Representantes. Basta recordar que cuando la líder demócrata, Nancy Pelosi, anunció la apertura de investigaciones para decidir si lanzaba el impeachment, la Bolsa se movió con subidas y bajadas inferiores al 1% y el mercado cerró la jornada en positivo. Es más, miren un antecedente: durante los 12 meses que duró el impeachment de Bill Clinton (febrero de 1997-febrero de 1998) el S&P 500 subió un +23% (sí, en agosto y septiembre de 1998 cayó un -20%, pero fue por otro motivo, concretamente por la suspensión de pagos de Rusia y el colapso del hedge fund LTCM).
Así pues, la conclusión es que en el mes de enero, el proceso pasará al Senado. Los republicanos tienen la mayoría, y, por tanto, Trump no será destituido. Es lo que sucedió con Clinton y Johnson, aunque éste se libró de ser destituido del cargo por un solo voto.
Una vez aclarado que el impeachment no debería de tener repercusiones negativas para los mercados, vayamos a otras cuestiones que sí la tendrán, y además a favor.
- Los inversores se han acostumbrado a que Santa Claus deje un regalo extra bajo sus árboles a finales de año, y este año el rally de Santa Claus (los últimos cinco días de negociación de diciembre y los dos primeros de Año Nuevo) podría impulsar una vez más los mercados de renta variable. No es que las Bolsas vuelen, pero sí suben, que siempre es favorable. Desde el año 1950, de media el S&P 500 ha subido un 1,3% y el Dow Jones un 1,4%. Esto ha sucedido alrededor del 75% de las veces desde el año 1969. Los motivos son varios: los inversores compran anticipándose al efecto de enero; razones fiscales.
- El último mes del año suele ser un buen mes para las acciones, el tercero mejor de media para el S&P y el segundo mejor para el Dow Jones. La primera mitad de diciembre suele ser más débil para las acciones, y es la segunda mitad del mes donde las ganancias realmente comienzan. Ya hemos pasado la mitad de diciembre este año, por lo que los inversores tienen la estacionalidad a su favor.
- Desde el año 1987, el mes que más han subido los mercados es diciembre, un 79,2% de las veces. El segundo mes con mejor comportamiento histórico ha sido abril, subiendo el 74,2% de las veces. En cambio, los meses con peor comportamiento han sido agosto, junio y septiembre.
- A partir del día 16 el S&P 500 ha visto históricamente una ganancia media del 1,07% durante la siguiente semana, una ganancia media de 2,94% durante el siguiente mes, y una ganancia media del 5% durante los próximos tres meses.
- Las últimas 7 de 8 veces que el S&P 500 ha subido más de un 20% desde enero hasta el mes de noviembre, las ganancias de diciembre han sido positivas.
Así pues, todo ello podría impulsar a los índices a una ganancia anual más fuerte que la observada en el año 2013, convirtiendo el presente ejercicio en el mejor año para las acciones desde finales de la década de 1990.