Los lectores habituales de esta columna saben que con frecuencia aconsejo no poner demasiada fe en los pronósticos, especialmente las previsiones a largo plazo. Para los traders, hay riesgos asociados con confiar en cualquier pronóstico en particular, ya que hacerlo puede conducir a operaciones incorrectas o pérdidas de oportunidades si se apuesta contra la opinión predominante.
Una razón para desconfiar de las previsiones y proyecciones: la frecuencia con la que las instituciones que las crean cambian sus cifras. Ajustan regularmente sus resultados a medida que los datos los demuestran imprecisos.
Éstas son algunas previsiones recientes para la demanda mundial de petróleo para 2020 que ya han cambiado significativamente:
Pronósticos ajustados regularmente
Las últimas previsiones del sector energético a corto plazo de la Administración de Información Energética publicadas el 12 de mayo pronosticaban que la demanda mundial de petróleo en 2020 ascendería a 92,6 millones de barriles al día, lo que supone una disminución de 8,1 millones de barriles al día con respecto a 2019. Pero en abril, sólo un mes antes, había anticipado que esa cifra sería de 95,5 millones de barriles al día. Las previsiones de mayo cayeron un 3%. Felicitamos a la Administración de Información Energética por hacer un ajuste, pero si las cifras de abril no eran correctas, ¿deberíamos confiar en que las de mayo sí?
La OPEP, que ayer mismo publicó un nuevo Informe Mensual del Mercado del Petróleo, pronostica ahora que la demanda mundial de petróleo en 2020 disminuirá en 9,07 millones de barriles al día hasta un total de 91,10 millones de barriles al día. Mientras que en abril, la estimación de la OPEP estaba en 92,82 millones de barriles al día, una caída del 1,9% en un mes. ¿Dónde estará en dos meses, seis meses, o un año?
Rystad Energy ha estado actualizando sus previsiones de demanda de petróleo semanalmente. El 7 de mayo, pronosticaba que la demanda mundial de petróleo en 2020 ascendería a una media de 88,7 millones de barriles al día, un cambio con respecto a su estimación de 90,5 millones de barriles al día un mes antes. Eso supone una caída de casi el 2%.
Los cambios que hemos observado en el último mes se atribuyen en gran medida a la caída del consumo de gasolina y combustible para aviones en marzo y abril debido a los bloqueos y las cuarentenas para combatir la propagación del coronavirus. Es comprensible que estas previsiones se ajustaran a medida que los efectos del confinamiento en la demanda de petróleo se iban haciendo más evidentes.
Cambio en las previsiones de demanda
Con el tiempo, se van añadiendo estos ajustes, por lo que no es razonable tener fe en las previsiones de demanda de aquí a unos meses. Es importante que los traders tengan en cuenta cuánto cambian estas proyecciones al mirar las previsiones de cara al segundo semestre de 2020 y a 2021.
La Administración de Información Energética estima actualmente que en 2021 la demanda de petróleo aumentará hasta 99,6 millones aunque no tiene forma de saber la duración de la recesión actual, la forma de la recuperación, el impacto del miedo al virus en los viajes, si habrá un rebrote del coronavirus, etc.
Goldman Sachs (NYSE:GS) está pronosticando actualmente que la demanda mundial de petróleo en 2020 será de 94 millones de barriles al día, pero ve un aumento hasta 99 millones de barriles al día en 2021. El banco de inversión pronostica una probable "recuperación en forma de V" de la demanda de petróleo. Las últimas perspectivas de Rystad también prevén una "recuperación en forma de V de la demanda de petróleo", pero sus gráficos indican una recuperación moderada.
Pronosticar una recuperación "en forma de V" no es especialmente útil para los traders porque la pendiente ascendente de la "V" es lo que importa. Es simplemente una manera de sonar preciso y contundente porque nadie puede predecir cómo será el nadir de una recesión.
¿Los modelos de consumo ya no serán relevantes después del bloqueo?
Los datos pasados utilizados para crear modelos para el consumo de gasolina podrían ni siquiera ser relevantes en la era postconfinamiento, ya que los patrones de uso de la gasolina y los viajes podrían cambiar mucho. Las regiones que pongan fin al confinamiento antes que otras podrían observar un comportamiento muy diferente del de las regiones que mantienen las medidas de confinamiento. No hay manera de conocer el impacto psicológico del virus en el viajero, trabajador o consumidor. No sabemos cómo será la recuperación tras una recesión que perjudica sobe todo a las pequeñas empresas, especialmente en la nueva economía de compras online y videollamadas vía Zoom.
Simplemente hay demasiadas variables para hacer cualquier tipo de previsión precisa sobre la demanda a largo plazo. Los traders más expertos escrudiñarán las previsiones y las metodologías y el razonamiento, considerarán diferentes ideas y tomarán sus propias decisiones.