Las violentas protestas que han sacudido desde el fin de semana a Chile tendrán un efecto “significativo” en la debilitada economía, admitió el lunes ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Santiago y otras ciudades registraron masivas protestas el fin de semana, que se extendían al lunes y que en muchos casos dejaron severos destrozos materiales, incendios y saqueos y al menos 11 muertos en la capital, según cifras oficiales. “Indudablemente esto va a tener un efecto en la economía”, dijo Larraín en una rueda de prensa junto al presidente del Banco Central, Mario Marcel.
El ministro dijo esperar que con “el trabajo conjunto de todos” se pueda reducir ese impacto, “pero va a ser un efecto significativo”. La calificadora Moody’s dijo que el tenso ambiente se suma a la incertidumbre en el sector empresarial sobre el futuro de las reformas tributaria y previsional, aún en discusión en el Congreso, y a un contexto externo poco favorable. “
Las protestas son un elemento más a considerar que podría llevar a que la tasa de crecimiento (de Chile) se ubique por debajo de 3% en 2020”, dijo la analista Ariane Ortiz-Bollin.
En tanto, el poderoso sindicato de trabajadores de la mina Escondida, controlada por BHP, anunció una paralización para el martes en apoyo a las protestas.
Larraín dijo también que estaba asegurada la provisión de efectivo para la población y que la red de cajeros automáticos funcionaba casi completamente.
Muchos comercios y empresas decidieron suspender o recortar sus actividades el lunes por la incertidumbre sobre las manifestaciones detonadas originalmente por un alza en el precio del transporte.
Por su parte, el jefe del Banco Central dijo que la ola de protestas, que se inició hace dos semanas pero escaló los últimos días, “es un evento reciente, tenemos que estimar el impacto”, y dijo que por ahora el Banco no ha considerado necesario adoptar medidas adicionales para mantener la operación del mercado financiero.
Además declinó hablar sobre las medidas de estímulo económico que pudiera aplicar la entidad por encontrarse en período de silencio previo a la reunión de Política Monetaria que se celebrará martes y miércoles.