Mucho se ha hablado de Robert Kiyosaki, su fortuna, sus consejos y sus frases célebres. Tanto para bien como para mal, su figura es ampliamente conocida en todas partes del mundo, principalmente por su trabajo en la divulgación de la “educación financiera”.
Si queremos saber quién es Robert Kiyosaki basta con leer Yahoo (NASDAQ:AABA) Finances, dinero.com, IFC.org, El Economista, The New York Times, y prácticamente todas las secciones de finanzas de cualquier diario del mundo, porque sin dudas llegó a cada rincón del globo.
Según Wikipedia, Kiyosaki “-nacido en Hawai el 8 de abril de 1947- es un empresario, inversor, escritor, conferencista y orador motivacional estadounidense con ascendencia japonesa” El magnate de los negocios y las inversiones lleva más de dos décadas escribiendo literatura destinada a las “personas de a pie” que quieran introducirse en el mundo de la bolsa y el mercado.
El autor y empresario comenzó en el mundo de las inversiones a los 25 años y su primer hito comercial fue introducir exitosamente en el mercado a la primera billetera de nylon con velcro para surfistas.
Luego se catapultó a la fama convirtiéndose en un éxito total de ventas con su famoso libro “Padre rico, padre pobre”, co escrito con la contadora Sharon Lector, que logró más de 20 millones de ejemplares vendidos, la traducción a 40 idiomas y disponibilidad en más de 80 países.
A partir de allí, Robert Kiyosaki continuó una exitosa carrera con sus libros de consejos, generando su propia plataforma de contenidos a través de la corporación Cashflow Technologies que posee las licencias de todos los contenidos generados por la marca “Padre Rico, Padre pobre”.
Pero su pareja, Kim Kisoyaki, no se queda atrás, ya que ella también se lanzó al mercado de la literatura financiera con diversos libros, como “Mujer rica: un libro sobre invertir para mujeres” (2006) o “¡Es hora de levantarse! Realmente qué se necesita por el premio de la Libertad Financiera”
Como ni Kim ni Robert Kiyosaki tienen hijos, se han dedicado por completo a su corporación de contenidos financieros, a invertir en bienes raíces, continuar escribiendo y dar charlas alrededor del globo.
Una figura muy polémica y controvertida, sin dudas: aclamado por muchos y criticado por otros tantos, Kiyosaki mismo a amasado cierto misterio de sí que sin dudas, suma atractivo a sus libros y charlas. El mayor mito o realidad de su figura proviene de “Padre rico…” ya que él sostiene que toda la buena información financiera allí volcada fue proporcionada, en efecto, por su “Padre rico”.
Kiyosaki cuenta que, a los 9 años conoció a Mike, el mejor amigo de su padre, un hombre con ideas sobre las finanzas bastante contrarias a las de su propio progenitor. Mike estaría representado entonces por el “Padre Rico”, pues le aconseja que aprenda a manejar el dinero tal y como lo harían los millonarios y de esa forma encontrar la clave para la libertad financiera.
En cambio su verdadero padre, el “Padre pobre”, lo alienta a esforzarse por obtener una buena educación -para así aspirar a un buen empleo- como única forma de obtener un cómodo pasar económico.
Sea o no verídica la historia, lo cierto es que ayuda a demostrar con claridad el punto al que Kiyosaki quiere llegar: para él, “ser rico es una libertad y una decisión”, y cada persona debe educarse financieramente y esforzarse para obtener resultados.
La educación financiera es central en los libros de Kiyosaki: es el factor fundamental para lograr salir de deudas o situaciones económicas inestables. Siempre plantea que nuestra sociedad nos forma para ser empleados, pero no para pensar con mentalidad empresarial, por lo que no se trata simplemente de cambiar de decisiones, sino de perspectivas.
Su búsqueda es facilitar esa formación relativa a las finanzas que nos permita desarrollarnos no sólo en el armado y desarrollo de una compañía, sino en el mundo de las inversiones en general. Por lo que con su serie “Padre rico, padre pobre” intenta divulgar todo lo que ha aprendido desde sus inicios como inversor.
Los pilares fundamentales en la perspectiva de Kiyosaki son: evitar las deudas, generar ingresos pasivos e invertir constantemente. Aunque aclara que no vende ninguna clase de “fórmula mágica” y que no hay un camino definido para lograr estabilidad, si reconoce que el esfuerzo y la constante formación son buenas herramientas para conseguirla.
Desde su retiro a los 47 años (hoy tiene 73), Robert Kiyosaki junto a Kim Kiyosaki vienen demostrando con acciones lo que parecieran predicar con palabras. Son frecuentes las notas de Robert Kiyosaki en medios como Forbes u otras revistas especializadas. Su libro junto a Donald Trump así como su apoyo total a su candidatura y posterior elección también fueron noticia ampliamente comentada.