Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Ésta es la razón por la que el cuarto trimestre podría hacérsele cuesta arriba al dólar
Las divisas que mejor actuación han ofrecido durante el tercer trimestre podrían ser las que peor salieran paradas en el cuarto. Entre julio y septiembre, hemos observado un gran avance del dólar y del yen japonés. El yen ha registrado más ganancias que el billete verde pero ambas divisas han encabezado la carrera pues la aversión al riesgo hace descender las acciones y las divisas high beta (divisas muy sensibles a los vaivenes de los mercados). Las preocupaciones suscitadas en torno a la economía global son la principal razón por la que el JPY ha ofrecido una actuación tan positiva pero los inversores también han comprado dólares confiando en que la Reserva Federal subirá los tipos antes de que finalice el año. Nosotros nos subimos a este carro y hemos estado comprando dólares en cuanto se ha vislumbrado el más mínimo descenso.
Sin embargo, si la Reserva Federal sube los tipos en octubre, nuestras previsiones para el dólar podrían cambiar bastante. Durante los últimos 30 años, se han dado cuatro grandes ciclos de implementación de ajustes por parte de la Fed: en 2004, 1999, 1994 y 1986. El par USD/JPY se disparó durante las 24 horas posteriores a la primera subida de cada año pero, tres meses después, el dólar (según DXY) normalmente perdía valor. 90 días después de la primera subida, el índice dólar perdía una media del 3,8%, registrando considerables pérdidas con respecto al euro y al yen. Lo interesante de estos movimientos es que el dólar se debilitaba incluso aunque se efectuaran más subidas durante los 90 días posteriores. Así que, más que alimentar la demanda de dólares, los ajustes de la Fed provocan todo lo contrario. Esta contraintuitiva evolución de los precios podría venir dada por varios factores, desde el hecho de que el banco central quitara importancia al ciclo de ajustes hasta el impacto negativo de las subidas de los tipos de interés en el crecimiento y el clásico “compra con los rumores, vende tras las noticias”. Por supuesto, la actuación del dólar dependerá de lo agresiva que sea la Fed a la hora de tomar medidas aunque, basándonos en las declaraciones de Yellen, todo el misterio de comenzar pronto a subir los tipos es evitar que suban demasiado rápido.
El yen también está expuesto a sufrir grandes pérdidas durante el cuarto trimestre si el Banco de Inglaterra amplía su programa de adquisición de activos el mes que viene. La economía de Japón está evolucionando mucho peor de lo previsto. Para sorpresa de todos, la producción industrial ha descendido por segundo mes consecutivo, aunque los economistas habían previsto una subida. Las ventas minoristas también se han estancado a pesar de que los pedidos de construcción descendieron la friolera del 15,6% interanual. Todo apunta a que el informe trimestral de Tankan que se publica esta noche indicará que las empresas japonesas se sienten menos optimistas y recortarán sus planes de gasto de capital. La semana pasada, supimos que los precios al consumo básicos descendieron por primera vez desde abril de 2013 y, a causa de todos estos problemas, en los mercados no para de hablarse de la posibilidad de que Japón entre de nuevo en recesión. Es demasiado pronto para saberlo pero los argumentos a favor de que el Banco de Japón implemente más medidas de estímulo están ganando fuerza y la última vez que sorprendieron a los mercados llevando a cabo dichas medidas en 2014, el yen cayó más de un 8% con respecto al euro, la libra y el dólar en el transcurso de las seis semanas siguientes.
El euro se ha visto azotado hoy tras la publicación de unos datos económicos peores de lo previsto. En Alemania, las ventas minoristas descendieron un 0,4% a pesar de las expectativas que apuntaban a una subida del 0,2%. 2.000 personas engordaron las listas del paro de la nación germana y los precios al consumo de la eurozona descendieron un 0,1%. Ésta ha sido la primera vez que las cifras de la inflación de la zona euro han sido números negativos desde marzo de 2015 y, a pesar de las últimas declaraciones del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, afirmando que la deflación se ha convertido en un problema menor, esta caída de la inflación en un momento en el que los precios de las materias primas registran niveles bastante bajos hace aumentar el riesgo de que la inflación se estanque ahí abajo, lo que podría reavivar los rumores acerca de la implementación de más medidas de expansión cuantitativa por parte del BCE.
Hace ya nueve días desde que la libra ganara posiciones con respecto al dólar, lo que supone su racha de debilitamiento más larga desde agosto de 2008. Los últimos informes económicos del Reino Unido han sido dispares. Los precios de la vivienda han ascendido más rápidamente según Nationwide pero el crecimiento anual del PIB se ha revisado a la baja del 2,6% al 2,4%. Para la libra, el acontecimiento más importante de esta semana es el informe del PMI del sector manufacturero del Reino Unido que se publica mañana. Entre el descenso de la producción industrial y la pronunciada caída del informe sobre las tendencias de la industria del CBI, las previsiones sobre el informe no son halagüeñas. Sin embargo, si los datos fueran favorables y se disparara la libra, el repunte debería durar (a no ser que las cifras del empleo no agrícola sean desastrosas). El GBP/USD es un par de gran volatilidad, y cuando revierte su rumbo, el movimiento suele ser brusco y el rango de actuación puede oscilar entre los 200 y los 800 pbs.
El USD/CAD cerró la jornada de negociación en Norteamérica a la baja por primera vez en nueve jornadas tras conocerse el aumento del crecimiento del PIB. La economía se expandió en julio un 0,3% a pesar de las expectativas que apuntaban a una subida del 0,2%. En términos anuales, el crecimiento del PIB de Canadá se ha acelerado del 0,5% al 0,8%. Teniendo en cuenta que el informe del mes pasado se revisó a la baja, los precios del petróleo no registraron cambios y los últimos datos de la Administración de Información Energética indicaban un aumento inusual del suministro de petróleo, creemos que el giro de hoy refleja una tendencia de agotamiento.
Los dólares australiano y neozelandés también han ganado posiciones a la espera del informe sobre el PMI del sector manufacturero chino. Esta semana, las cifras de China son el segundo anuncio más peliagudo en la agenda, sólo superado por el informe sobre empleo no agrícola. Según Caixin, la actividad manufacturera correspondiente al mes de septiembre se ha ralentizado considerablemente aunque nosotros somos algo escépticos acerca de la debilidad que llegará a observarse realmente en China. Australia también publicará su informe sobre el PMI de su sector manufacturero y, dado el debilitamiento de China, se espera una disminución de la actividad. Aunque tanto los datos del mercado inmobiliario neozelandés como los del australiano han sido poco alentadores, el NZD ha ganado posiciones con respecto al AUD ya que la confianza empresarial de Nueva Zelanda ha aumentado en septiembre tras la reciente subida de los precios de la lactosa.