El equipo del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está considerando una serie de pasos destinados a frenar el colapso en la economía norteamericana y de los mercados financieros, debido a la rápida propagación del coronavirus en territorio norteamericano. El complejo de tales medidas incluye incluso una presión sobre el Sistema de la Reserva Federal (FRS) para reducir urgentemente las tasas y posibles recortes de impuestos.
La próxima reunión de la Fed está programada para el 17 y 18 de marzo y en previsión de este evento, varios funcionarios expresaron la esperanza de una reducción temprana de las tasas, como el director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow y el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Stephen Mnuchin, este último discutirá con sus colegas del G7 (las siete economías más grandes del mundo) este martes, sobre la coordinación de las respuestas a una amenaza para la economía. En la Casa Blanca, el tema de un recorte de las tasas de interés es actualmente uno de los "más candentes".
A pesar de que la propia Fed es un organismo independiente y no está subordinado a nadie, su Presidente, Jerome Powell, insinuó que el banco central está listo para reducir las tasas. En un comunicado, el viernes pasado, antes de que cerraran los mercados bursátiles, informo que el coronavirus "crea riesgos crecientes para la actividad económica" y que el banco central "usará todos sus instrumentos y actuará en consecuencia para apoyar a la economía norteamericana”.
Trump ha comunicado hoy, que Powell es demasiado "lento" y que su equipo también está discutiendo otras medidas destinadas a mitigar los efectos de la crisis del coronavirus, en particular, un paquete de incentivos económicos que dependerán en gran medida de los recortes de los impuestos. Prometió que propondría al Congreso una reducción de impuestos al "nivel promedio" antes de las elecciones de noviembre.
Mientras tanto, a partir del lunes, la cantidad de estadounidenses infectados con coronavirus, según la Universidad Johns Hopkins, ha aumentado a 100 personas, incluidas seis muertes en Washington. Otros países que soportan la mayor carga de pérdidas por el coronavirus, además de los Estados Unidos, ya han anunciado medidas de incentivos económicos.