La recuperación económica sigue lejos de ser completa y aún podría caer en una espiral bajista si no se controla efectivamente el coronavirus y no se sostiene el crecimiento, advirtió el martes el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en un pedido de más ayuda para los hogares y empresas.
“La expansión aún está lejos de completarse”, dijo Powell en comentarios que describen cómo incluso si la recuperación simplemente se desacelera demasiado podría llevar a “trágicos” resultados para los menos acomodados, ampliar la desigualdad y una situación donde la “debilidad alimente la debilidad”.
En esa situación, afirmó, los funcionarios deberían tomar el riesgos de hacer mucho más de lo que se necesita en vez de muy poco, un pedido implícito a los miembros del Congreso y del Gobierno para que punten alto en sus estancadas conversaciones sobre cuánto más gastar en respaldo a los hogares y las empresas.
Powell, quien anteriormente ocupó puestos de política pública enfocados en reducir el déficit federal, aseguró que esas preocupaciones deberían ahora dejarse de lado debido a los riesgos unilaterales que enfrenta Estados Unidos, más malos que buenos, ya a seis meses de la batalla contra el coronavirus y sus consecuencias económicas.
“Muy poco apoyo llevaría a una débil recuperación, creando dificultades innecesarias para los hogares y las empresas”, dijo Powell en declaraciones en línea a la National Association for Business Economics.
“Los riesgos de exagerar parecen, por ahora, ser menores. Incluso si las acciones de políticas finalmente resultan ser mayores de lo necesario, no se desperdiciarán. La recuperación será más fuerte y más rápida”, agregó.
Los comentarios marcan un leve cambio en el análisis de Powell sobre dónde se encuentra la economía ingresando a un crítica fase en la que el virus sigue propagándose mientras la parte económica se divide en sectores y personas que marchan bien y los que enfrentan serios problemas.
Mientras su retórica previa se centró en la construcción de un “puente” financiero hacia una era post-pandemia, ahora sugirió que incluso una recuperación que cae hacia una marcha demasiado lenta podría convertirse en una recesión autocumplida.
Powell no mencionó nuevos programas de la Fed más allá de la decena de los ya implementados en la primavera boreal, muchos aún sin ser aprovechados y poniendo potencialmente billones de dólares a disposición de empresas y mercados crediticios.
Sin embargo, los miembros del Congreso y el Gobierno negocian sobre nuevos respaldos fiscales por tal vez 2 billones de dólares o más, esfuerzos que muchos en la Fed, y en otros lados, creen que es vital en esta etapa de la recuperación económica. Y hasta ahora, apuntó Powell, lo peor se ha evitado, principalmente gracias a la rápida acción de los funcionarios.
Los préstamos del gobierno a las pequeñas empresas y mejorados beneficios por desempleo han “respaldado una sólida pero incompleta recuperación en la demanda y, por ahora, han apagado sustancialmente las dinámicas recesivas normales que podrían ocurrir en una recesión”, con menores quiebras y menores despidos permanentes de los que podrían haberse provocado.
Pero pese a algunos puntos positivos como un cambio alcista en la inversión empresarial, Powell afirmó que el ritmo de mejoría “se ha moderado”, con un crecimiento del empleo más lento y “extraordinarios” anuncios de despidos de las grandes empresas.
Aseguró que hay un “riesgo de que las rápidas ganancias iniciales de la reapertura puedan pasar a un trabajo más largo de lo esperado para una recuperación completa”. Ese tipo de desaceleración prolongada, advirtió el jefe de la Fed, podría “desencadenar dinámicas recesivas típicas, ya que la debilidad se alimenta de la debilidad”.