La celebración de la Navidad trae como costumbre entregar regalos a nuestros hijos, y nos vemos en la tarea de elegir enfrentados ante una amplia oferta comercial. Es precisamente en esta escogencia donde podríamos hacer un verdadero regalo a nuestros hijos y cambiar la versión: no regalando un “presente” sino un “futuro”.
Fomentar el ahorro y la inversión en nuestros hijos podría incluirse de manera muy acertada en nuestra lista de obsequios; iniciar con ellos este habito desde pequeños no solo les dará una base importante en su economía personal, sino que también les permitirá disfrutar de un futuro más tranquilo.
Bien aconseja Warren Buffet, uno de los mayores inversionistas del mundo, la inversión se debe pensar de largo plazo. Regalar a nuestros hijos la costumbre de construir un futuro con un plan de inversión les ayuda a romper con el esquema del día a día, y les amplía su visión de vida y la forma de planificar mejor las cosas.
La educación financiera empieza en casa y esta Navidad tenemos una gran oportunidad para dar un presente con visión de futuro, y permitir que nuestros hijos disfruten de la sombra del árbol cuya semilla sembraríamos con esta iniciativa.