Ahora sí: esta mañana se escuchó un “crack” en Nueva York, el sonido que indica que algo se rompió. Lo que se rompieron fueron los soportes de agosto. Ya se los volaron, los despedazaron, luego de que en la apertura las bolsas caen en torno a un 2.0%. Ahora mismo Wall Street está en el vacío, buscando algo en lo que apoyarse para detener la masacre. Hay que tener cuidado, porque perder otro 10%, que es la distancia que hay entre un mercado “en corrección” y un mercado “bear” o “bajista” hay muy poca distancia, y esa transición puede ser bastante rápida, tal y como decíamos estos días en el artículo "¿Podrá la Fed rescatar a las bolsas mundiales?"
En el momento de escribir esta nota, el Dow Jones se hunde un 1.9%, destroza los 16,000 pts y ya cotiza en los 15,720 pts, el Nasdaq se despeña un 2.3% a los 4,374 pts y el S&P’s 500 se hunde un 2.1% para cotizar en los 1,840 pts. Toda una hemorragia de pérdidas que nadie sabe cómo se puede cortar, y se mire por donde se mire, todo es rojo en las pantallas.
Todo empezó desde Asia, donde el Hang Seng de Hong Kong se hundió un 3.82%, el Shangai Composite un 1.03% y el Nikkei de Tokio un 3.71%, lo que lo convierte ya en un mercado “bear” o bajista, esto es, que ha perdido más de un 20% desde su reciente máximo. En efecto, desde el máximo de agosto, el Nikkei se ha dejado ya un 21.6% y cotiza en sus niveles más bajos desde octubre de 2014.
Y la misma tónica se ve en Europa, donde el Dax de Fráncfort se desploma un 2.6%, el Cac-40 de París un 3.2%, la bolsa de Milán un 3.5% y el Ibex-35 de Madrid un 2.7%. Fuera de la eurozona, el Ftse-100 de Londres baja un 3.1%. Wall Street, finalmente, se une a la masacre sin poder servir Nueva York de revulsivo para los mercados globales.
El petróleo tampoco ayuda. El WTI no deja de hundirse y se negocia en 27.59 dólares, luego de perder esta mañana un 3.1%, lo que lo sitúa en un nuevo mínimo de 12 años. EL barril de Brent pierde un 2.6% y se negocia en 28.012 dólares. Eso sí: el oro rebota y gana un 1.0% para cotizar en 1,100 dólares la onza.
Las divisas mundiales también se hacen pedazos, sobre todo las de aquellas que son exportadores de petróleo. Es el caso del rublo, que es la tercera peor moneda del mundo en lo que llevamos de año tras el rand sudafricano y el dólar neozelandés. La moneda rusa rompió por primera vez la barrera de los 80 rublos por dólar, al hundirse un 3.8%. El peso mexicano, entre las grandes divisas, es la cuarta peor del mundo y la más depreciada de Latinoamérica en lo que llevamos de año. Hoy también sufre los estragos del petróleo y cae un 1.0% para negociarse en 18.46 pesos por dólar.
En los reportes corporativos, Goldman Sachs (N:GS) reportó mejor de lo previsto. Las utilidades, de 4.68 dólares la acción, fácilmente batió los 3.62 dólares del consenso. Los ingresos fueron de 7,270 millones de dólares (mdd) por encima de los 7,110 mdd de los analistas.
También Netflix (O:NFLX) sacó números mejores a los esperados, al reportar utilidades de 10 centavos, superando fácilmente al consenso ( 2 centavos). Los ingresos aumentaron un 23% a 1,820 mdd, prácticamente en línea con lo previsto. Pero ni aun así se libran de la masacre: Goldman cae hoy un 1.5% y Netflix un 6.0%.
Por tanto, el día se ve muy mal. Y lo peor, y como hemos venido diciendo en estas páginas, el rescate no es ahora tan evidente como en el pasado.