El derrape de los bonos argentinos viene extendiéndose unos 240 puntos básicos promedio en lo que va del año a lo largo de toda la curva, tras aquella fatídica conferencia de prensa en donde Marcos Peña (encabezando), Nicolas Dujovne, Federico Sturzenegger y Luis Caputo que flexibilizarían las metas de inflación que había fijado el BCRA dos años atrás y relajando, además, la política monetaria.
La intromisión de la Jefatura de Gabinete en el Banco Central dio una señal negra para el mercado, quien desde entonces castigó activos argentinos, magnificando una tendencia vendedora en LATAM (tanto de bonos como de monedas) y volviendo a Argentina un país mucho mas sensible a los shocks externos.
Desde la conferencia del 28 de diciembre los bonos argentinos han desatado un fuerte sell-off, cuyo primer tramo finalizó hacia medidados de febrero (75 puntos arriba de riesgo país), dando un descanso de dos meses y retomando con mucha más verticalidad desde el 17 de abril (92 puntos más de riesgo país), cuando comenzó el desarme fuerte de posiciones en LATAM, golpeando con mayor fuerza aún a la Republica Argentina.
La curva local se ha desplazado en 3 etapas hacia arriba, con una fuerte tendencia hacia al aplanamiento, incrementándose con mayor intensidad en el tramo corto casi 300 basis en lo que va del año, mientras el tramo medio lo hizo en 240 bps y el largo 180. Pareciera a priori un movimiento demasiado exagerado para un marco temporal de algo más de 4 meses.
El anuncio de la modificación de la meta de déficit fiscal (de 3.2% a 2.7%) no ha logrado frenar la caída en bonos, como así tampoco el anuncio de las negociaciones con el FMI para acceder a la línea de crédito flexible. Mientras tanto, la tasa de 10 años de los EE.UU. tradea sin mayores sobresaltos en torno a 3%, al ritmo de tasas cortas que continúan presionando hacia una curva americana aplanada. Tras estas caídas, Argentina quedó perfilado como el país de su raiting más barato.
Con rendimientos ubicandose por encima de 6% en el tramo corto ( AO20 ya rinde 6.14%) hasta casi 9% en el largo, a estos precios los bonos argentinos vuelven a lucir sumamente atractivos relativo al resto del mundo a pesar de los vaivenes de la política local.