Al cierre de la semana, los mercados financieros globales dieron un respiro que permitió a la mayoría de las divisas en el mercado cambiario recortar sus pérdidas observadas durante las primeras 14 sesiones del año. El arranque del 2016 ha sido turbulento en comparación con el 2015 y ha permitido que divisas de economías emergentes pierdan terreno de manera acelerada frente al dólar, a pesar de que las condiciones macroeconómicas de varios países son estables.
Sin embargo, si existe un riesgo verdadero para la economía global. Durante las primeras dos semanas del año dos organismos internacionales optaron por recortar sus expectativas de crecimiento económico global para el año que inicia. Por un lado, el Banco Mundial recortó su expectativa de crecimiento de 3.3% a 2.9%, mientras que el FMI revisó sus proyecciones de 3.6% a 3.4%. En ambos casos, los organismos hicieron referencia a riesgos importantes durante el año. Principalmente enfatizaron que China está atravesando por un periodo de desaceleración importante, mientras por otro lado, los bajos precios del petróleo podrían tener efectos negativos sobre las economías emergentes.
Lo anterior aunado a indicadores económicos negativos en días pasados llevó a varios episodios de aversión al riesgo y volatilidad en los mercados de capitales de China, los cuales luego fueron contagiados a los mercados de capitales a nivel global y finalmente a otros mercados financieros.
Hacia adelante no se han disipado por completo los riesgos de nuevos episodios de volatilidad. China todavía seguirá dando a conocer indicadores que denoten debilidad económica, mientras que las divisas de economías emergentes reaccionarán a los movimientos en el precio del petróleo. Cabe agregar que los precios del crudo alcanzaron nuevos mínimos desde 2003 y se espera que sigan bajando durante las próximas semanas, debido a que sus fundamentales de oferta y demanda, a la par de la especulación en el mercado de commodities así lo permiten.
Durante la semana que termina el tipo de cambio alcanzó un nuevo máximo histórico de 18.8024 pesos por dólar, con lo cual el peso registró una depreciación máxima en lo que va de 2016 de 9.26%, a menos de tres semanas de haber iniciado el año. El peso perdió terreno debido a que los precios del petróleo extendieron su caída, con el WTI tocando un mínimo en 13 años 26.19 dólares por barril.
Hacia el cierre de la semana los mercados financieros globales observaron una recuperación parcial a las pérdidas de las últimas tres semanas. En el mercado de materias primas, el WTI regresó a niveles por arriba de 32 dólares por barril, mientras que los mercados de capitales registraron ganancias a nivel global como consecuencia de un mayor apetito por riesgo. En el mercado cambiario también se observó un mayor optimismo que permitió ganancias para las divisas de países productores de crudo, al mismo tiempo que cayó la demanda por activos refugio.
Por su parte, el tipo de cambio bajó de su máximo histórico para cerrar alrededor de 18.46 pesos por dólar. No obstante, el peso registró una depreciación semanal de 1.05%, acumulando cinco caídas semanales de manera consecutiva y perdiendo cerca de 7.3% en lo que va del año. Cabe destacar que al cierre de la semana, el peso es la divisa más depreciada entre los principales cruces del dólar y entre las divisas de economías emergentes, aunque esto se debe a que el peso es usado como referencia para especular en contra de otras divisas emergentes menos liquidas. Hacia adelante permanecen los riesgos de volatilidad para el mercado cambiario con lo cual la paridad peso-dólar podría alcanzar nuevos máximos históricos.
El dólar canadiense mostró su mayor apreciación semanal desde abril del 2015, avanzando 2.99%, cotizando en 1.4119 dólares canadienses por dólar. La ganancia en el dólar canadiense fue derivada de la corrección del precio de los hidrocarburos durante las últimas sesiones, luego de que el WTI tocara un mínimo no visto desde el 2003 de 26.19 dólares por barril. Adicionalmente, la decisión del Banco Central Canadiense de mantener la política monetaria del país sin cambios impulsó el fortalecimiento de la divisa. Sin embargo, se espera que las presiones a la baja continúen una vez que el precio del petróleo retome su tendencia a la baja. Cabe agregar que a media semana, el canadiense subió hasta 1.4690 dólares canadienses por dólar, su nivel más alto desde abril de 2003.