Julio L, un analista amigo, me manda un correo electrónico salpicado con alguna gracia, como el titular:
"Yellen lo quiere tener todo bajo control, atado y bien atado (vaya frase más rancia que se me ha escapado, pero perdona, amigo Moisés, no se me ocurre otra). Lo de atado y bien atado va en la dirección de hipnotizar al mercado, con una comunicación de acontecimientos futuros, que, cuando suceden, ya están descontados por los actores. Algo así, como los últimos compases de la tragicomedia griega. En nuestra gestora estamos satisfechos con el planteamiento de los próximos sucesos, que abordará la Reserva Federal de Estados Unidos. Lo más importante no es la pírrica y primera subida inicial, quizá para septiembre, sino el discurso de moderación de procesos siguientes: sin prisa, pero sin calma. Una buena pócima para los mercados".
En esta misma línea se expresa José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España: "Yellen vio el miércoles la próxima subida de tipos como algo normal, en un contexto de mejora macro y algunos indicios de subida salarial. En el fondo, es un indicio de normalidad subir tipos en este escenario. Aunque, naturalmente, siempre que la normalización sea muy gradual.
Y también tuvimos el Libro Beige: la economía norteamericana se expande en el periodo considerado, con recuperación del consumo, mejora manufacturera, real estate y del empleo. Y salarios, moderados por el momento...".
"¿Quién será primero en subir los tipos? Me refiero al BOE y a la Fed, cuando sus responsables han mandado mensajes en los últimos días de que esta subida de tipos está más próxima de lo que muchos esperan. Pero, también en ambos casos, advirtiendo que se debe valorar más que el momento de la primera subida de tipos cómo serán las siguientes (graduales) y el nivel final objetivo (más bajo que en el pasado). De esta forma se cuida que el impacto de la subida de tipos sea limitado en los mercados, siempre necesitados de estímulos para aunque sean verbales para mantener las condiciones favorables actuales. Pero, precisamente, esa subida de tipos no busca tanto combatir los riesgos de inflación de bienes y servicios como de inflación de activos. Sí, es una buena paradoja...".
"Pero, mientras los países anglosajones buscan el mejor momento para comenzar a subir tipos (no todos: el miércoles el Banco de Canadá los recortó en 0.25 puntos), en Europa el BCE debe seguir convenciendo al mercado que las medidas monetarias expansivas vienen para quedarse e incluso pueden ir a más en el futuro si fuera preciso. Y en este punto no sólo se refiere a la Crisis Griega como a los conatos de inestabilidad financiera que pueden venir del exterior, como sería el provocado por la propia subida de tipos de la Fed. En este punto entraría un EUR más depreciado...".