Al escribir nuevamente sobre Snap Inc (NYSE:SNAP), la firma dueña de Snapchat, me viene al cuerpo una sensación de Déjà Vu. Y es que cada vez que analizamos la situación de la compañía nos encontramos ante un panorama preocupante, con el precio de sus títulos cayendo en picada.
Esta vez no es la excepción: las acciones de la compañía ya han perdido casi el 72% desde su máximo histórico de 29,44 dólares, cotizando actualmente en 8,36 dólares.
Todo el entusiasmo y frenesí que la red social despertó en su IPO parece haberse desvanecido por completo. Con el correr de los días, semanas y meses, las acciones de Snap parecen ir convergiendo a su valor fundamental: cero.
Pero, ¿por qué?
Desde un principio alertamos que no era una buena idea invertir en Snap, y ello fundamentalmente porque la firma siempre fue una máquina de perder dinero.
Una empresa que no gana dinero, ni tiene perspectivas tangibles de ganar dinero en el futuro, está condenada al fracaso y a desaparecer tarde o temprano.
Sin embargo, ahora hay una razón nueva que hace de Snap Inc. una pésima opción de inversión.
Y ello se ha dejado ver en un dato escalofriante que ha dejado el último reporte de ganancias de la firma para sus inversores: Snapchat perdió 3 millones de usuarios en el último trimestre.
Para una red social, esta es una de las peores noticias que puede recibir, ya que su base de usuarios activos es uno de los principales drivers de valor de la misma.
En términos financieros, el panorama tampoco es alentador, ya que continúa perdiendo dinero y no hay perspectivas de volverse rentable en el futuro cercano:
No obstante ello, la pérdida de 3 millones de usuarios activos significaría además que la Snapchat está pasando de moda y sus usuarios están comenzando a dejarla para volcarse a otras redes sociales.
Ahora bien, una de las pocas cosas que podría hacer subir el precio de sus acciones en este contexto es que aparezcan rumores de una posible compra de Snapchat por otra empresa más grande (como Google (NASDAQ:GOOGL) o Facebook (NASDAQ:FB)).
En empresas que se encuentran en caída libre, como en este caso, esta parece ser la última esperanza de los accionistas.