La creciente ansiedad por la posible invasión de Ucrania por parte de Rusia está proporcionando el drama geopolítico necesario para mantener la subida del petróleo, a pesar del descenso de la demanda de gasolina en Estados Unidos y de la inminente reunión de la Reserva Federal para discutir su primera subida de tipos en dos años.
Los precios del oro también se están animando, aunque con cautela, ya que aquellos posicionados en largo intentan alcanzar la parte superior de los 1.800 dólares por onza, a pesar del riesgo de una aumento desproporcionado del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense y del dólar.
Normalmente, las subidas de tipos benefician al dólar y tienden a lastrar las materias primas denominadas en esta divisa, incluido el oro. Sin embargo, el metal precioso también es una cobertura contra la inflación y se está manteniendo al alza debido a los precios estadounidenses en máximos de 40 años.
En cuanto al petróleo, los precios vuelven a subir al comienzo de la nueva semana, tras un repunte que ya ha supuesto una ganancia del 14% este año para los compradores de crudo estadounidense y del 12% para aquellos con participaciones en petróleo Brent de Londres.
Los precios del petróleo han subido prácticamente sin parar durante cinco semanas consecutivas, aunque el viernes se produjo un espectacular desplome del 5% que se revirtió en su mayor parte al cierre. La caída se debió a la preocupación en torno a las reservas de gasolina de Estados Unidos que se habían acumulado en las tres semanas anteriores, y a la peor caída semanal de Wall Street desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
Para algunos, la caída preliminar del viernes fue una señal de que los precios más cerca de los 90 dólares por barril podrían acabar creando más obstáculos para el crudo, dice Craig Erlam, analista de la plataforma de trading online OANDA. "Se trata de una gran barrera psicológica, ya que una vez que se supera, la gente cuenta los días hasta tener el petróleo en tres cifras", dice.
Sunil Kumar Dixit, de skcharting.com, señala que el crudo West Texas Intermediate de Estados Unidos había superado los máximos de varios años registrados en 85,40 dólares y habían alcanzado los 87 dólares, un pico que no se veía desde noviembre de 2014, antes de que los traders minoristas hicieran una recogida de beneficios para una liquidación semanal de 85,14 dólares.
"Es posible que veamos cierto enfriamiento de este acalorado impulso y la corrección del precio hacia 82 dólares, y la corrección extendida puede alcanzar las áreas de soporte horizontal de 80 y 78 dólares y la banda de Bollinger media semanal de 76,50 dólares", dice Dixit.
Aun así, la continuidad de la fuerza y la consolidación por encima de los 85,50 dólares podría hacer que el WTI volviera a probar el nivel de 87 dólares, ampliando ganancias hacia los 89 dólares y hacia la tan esperado barrera psicológica de los 90 dólares, explica.
Muchos de los que tienen posiciones largas mantienen la segunda opinión y están contentos de contribuir a la subida del petróleo, citando también a Ucrania como un factor.
Petróleo: Los problemas de Ucrania y de la OPEP frente al debilitamiento de la demanda estadounidense
El petróleo está aguantando "debido al riesgo geopolítico entre Rusia y Ucrania, así como en Oriente Próximo, mientras que la OPEP+ sigue sin alcanzar su objetivo de producción", ha dicho este lunes Kazuhiko Saito, analista jefe de Fujitomi Securities Co Ltd, según Reuters, al comienzo de la jornada de negociación en Asia.
Aumentando los temores de interrupción del suministro en Europa del Este, el domingo Estados Unidos ordenaba la salida de los familiares del personal de su embajada en Ucrania, citando la continua amenaza de una acción militar por parte de Rusia. El New York Times también informó a última hora del domingo de que el presidente estadounidense, Joseph Biden, estaba estudiando la posibilidad de desplegar varios miles de tropas estadounidenses junto a los aliados de la OTAN en Europa del Este y el Báltico.
Además, un alto ministro del Gobierno británico advertía el domingo de que Rusia se enfrentará a severas sanciones económicas si instala un régimen títere en Ucrania, ya que Londres acusó al Kremlin de intentar colocar a un líder prorruso en el poder allí, lo que tampoco ayuda a atenuar el drama de Ucrania.
En Oriente Próximo tampoco faltaron las tensiones, ya que Emiratos Árabes Unidos ha informado de que había destruido dos misiles balísticos Houthis que apuntaban al país petrolero del Golfo.
Las tensiones geopolíticas, especialmente las que afectan a los productores de petróleo del Golfo y a las principales regiones consumidoras, como Europa, siempre han impulsado los precios del petróleo.
Pero la subida del petróleo este año también se produce en un contexto de deterioro de los fundamentales de Estados Unidos.
Las reservas de gasolina de Estados Unidos aumentaron en casi 6 millones de barriles la semana pasada y se dispararon la friolera sin precedentes de 24 millones de barriles en un periodo de tres semanas, en un contexto de demanda estacionalmente débil que contrasta con el repunte de los precios del petróleo a escala mundial, según indicaban el jueves los datos de la Administración de Información Energética.
Los datos sugieren que la demanda de gasolina, el principal combustible de Estados Unidos, se ha reducido desde el final de las vacaciones de Navidad de 2021.
Las refinerías estadounidenses también parecen estar convirtiendo el exceso de crudo en gasolina mientras la variante Ómicron del coronavirus reduce parte del volumen de conducción habitual, los desplazamientos al trabajo y otras actividades que requieren combustibles.
Se ha registrado un aumento de las reservas del propio crudo estadounidense por primera vez en ocho semanas, con un incremento de 515.000 barriles la semana pasada, tras el descenso de 4,55 millones de la semana anterior. Las reservas de crudo han descendido en unos 6 millones de barriles en las últimas tres semanas, lo que explica sólo en parte el actual equilibrio de la gasolina en el mercado.
Las reservas estadounidenses de destilados de petróleo, que se refinan para fabricar gasóleo para camiones, autobuses, trenes y barcos, así como combustible para aviones, descendieron la semana pasada en 1,431 millones de barriles, tras un aumento de 2,54 millones la semana anterior.
Los inversores en petróleo no se fijan en los datos de Estados Unidos sino en la aparente incapacidad de los 23 países productores de petróleo de la OPEP+ para bombear el crudo cumpliendo con los objetivos establecidos por la alianza. La OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, acordó incorporar 400.000 barriles al día más a la producción a partir de febrero, pero parece que le cuesta alcanzar incluso las cuotas marcadas en meses anteriores debido a la falta de inversiones en nueva capacidad, según los informes.
El oro se anima un poco antes de la reunión de la Fed
El oro, por su parte, está ganando un poco más de lustre a la espera de la reunión de enero de la Fed, que comienza el martes y concluye con la rueda de prensa del miércoles del presidente Jerome Powell.
Se espera que el banco central ofrezca una actualización sobre si efectivamente terminará de reducir su estímulo de la era de la pandemia en marzo y anunciará su primera subida de tipos en dos meses. De ser así, se espera que la Fed suba los tipos hasta tres veces este año, con una subida de 25 puntos básicos en cada ronda. Los tipos de interés de Estados Unidos se han mantenido prácticamente a cero desde el brote de COVID-19 de marzo de 2020.
"El aumento de los niveles de inflación está presionando a los hogares y, al mismo tiempo, aumenta la presión sobre los principales bancos centrales para que suban los tipos de interés de forma más agresiva", dice Fawad Razaqzada, analista de ThinkMarkets.
"El resultado neto sería una disminución de la actividad económica, razón por la cual hemos visto que ciertos sectores del mercado bursátil se han comportado tan mal este año" y que los activos inflacionarios, como el oro, han subido, añade.
Los futuros del oro del COMEX de Nueva York se sitúan en 1.837 dólares por onza en el momento de redactar estas líneas, con una discreta subida del 0,5% en el conjunto del año.
Razaqzada ha dicho que queda por ver si el último repunte del oro puede mantenerse, aunque "ahora hay razones más convincentes por las que los alcistas podrían mantenerse firmes".
"El soporte clave es ahora la zona entre 1,828 y 1,830 dólares, que antes actuaba como nivel de resistencia", dijo.
"La resistencia a corto plazo se ve en torno a los 1.845 dólares, pero en vista del gran repunte este nivel podría dejarse atrás".
Por su parte, Dixit, de SK Charting, dice que aquéllos con posiciones largas en oro tienen tres puntos de resistencia —1.860, 1.880 y 1.899 dólares— que deben superar en su intento de alcanzar los 1.900 dólares, nivel que el metal precioso no alcanza desde mayo.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.