- Syriza ganó las elecciones este domingo, fortaleciendo su postura para implementar el tercer paquete de rescate a Grecia
- El partido conformado por los disidentes de Syriza no logró al votación necesaria para entrar al Parlamento
- Prevalecen muchos retos hacia adelante: (1) Aprobación del presupuesto; (2) alza de impuestos; (3) reformas al mercado laboral; (4) reformas al sector bancario
- Se ve difícil que se cumplan los tiempos establecidos lo que podría retrasar los desembolsos del rescate, pero el calendario de vencimientos de deuda es holgado
Elecciones anticipadas, ante el rompimiento dentro del partido en el poder. Después de la aprobación del tercer paquete de rescate, el primer ministro, Alexis Tsipras, anunció su dimisión y llamó a elecciones anticipadas para el 20 de septiembre. En esos momentos su partido político, Syriza, seguía siendo el partido más popular en Grecia con alrededor de 40% del apoyo, seguido por Nueva Democracia (20%, según encuesta recientes). Sin embargo, Syriza se escindió, con alrededor de 149 diputados formando un nuevo partido antirescate llamado Unidad Popular. La intención de Alexis Tsipras al llamar a la elección fue el de fortalecer su posición para implementar el tercer paquete de rescate y eliminar a los disidentes dentro de su partido. Al haber perdido el apoyo de un gran sector dentro de Syriza, Tsipras quedaba dependiente de la oposición para aprobar la legislación.
Los resultados de este domingo dieron la victoria a Tsipras. Syriza ganó las elecciones y sólo perdió una cantidad insignificante de votos en comparación con las elecciones de enero (obteniendo 35.5% de los votos con 145 asientos, frente al 36.3% en enero). Mientras tanto, Nueva Democracia obtuvo 28.1% de los votos con 75 asientos. Por su parte, el partido creado por los legisladores rebeldes, la Unidad Popular, no pudo entrar en el Parlamento ya que sólo obtuvo el 2.9% de los votos, mientras que se requiere el 3%. Por su parte, el partido aliado de Tsipras, los Griegos Independientes, ganó 3.7% de los votos con 10 asientos, es decir suficientes escaños para mantener su alianza con Syriza.
Muchos retos hacia adelante. Entre los retos hacia adelante, cabe destacar que para finales de octubre, Atenas tendrá que revisar el presupuesto para 2015 y presentar un presupuesto para 2016 que incluye recortes sustanciales del gasto. Además, antes de que termine el año se tendrán que elevar los impuestos a los agricultores, hacer reformas al mercado laboral y continuar con la privatización de las empresas estatales. Asimismo, Grecia tendrá que hacer reformas al sector bancario y crear el marco para recapitalizar a los bancos griegos. Esto incluye la evaluación de la calidad de sus carteras de préstamos y la realización de pruebas de estrés. El objetivo es completar este proceso antes del 2016 cuando entran en vigor normas más estrictas por parte de la UE sobre la imposición de pérdidas a los depositantes. Al mismo tiempo se tendrán que ir levantando progresivamente los controles de capital que se introdujeron en junio.
Difícil que se cumplan los tiempos. Se ve poco probable que Grecia pueda cumplir con todos los plazos, lo que probablemente retrasará el desembolso de los fondos de rescate. Sin embargo, Atenas tiene un calendario relativamente tranquilo de vencimientos de deuda, por lo que, por ahora, no se ve un problema derivado del retraso de estos desembolsos del rescate.